Ciudadanos, sin salida en Galicia: Feijóo mantiene un “no” a Arrimadas

  • Las alternativas para hacer un pacto como el del País Vasco en Galicia no están funcionando.
  • Núñez Feijóo ha mostrado su recelos a la salida que plantea Arrimadas.
  • Con el "no" de Galicia está en vilo un acuerdo similar en Cataluña.
  • Alberto Núñez Feijóo ya no oculta sus recelos hacia Ciudadanos. El presidente de Galicia ha reconocido una desconfianza manifiesta a la formación que lidera momentáneamente Inés Arrimadas —a falta de que se consolide su liderazgo— porque alega que “ya se sabe que es un partido que cambia de opinión demasiadas veces, y fue el germen de la moción contra Mariano Rajoy”. Unas afirmaciones que ha hecho durante una visita a Madrid y delante del presidente nacional, Pablo Casado, con quien ha aprovechado para mantener un breve encuentro. 

    El líder gallego, que se encuentra en plena campaña electoral ante las inminentes elecciones del próximo 5 de abril, ha afeado la actitud de Arrimadas, a la que ha acusado de utilizar “el vehículo del PP para conseguir diputados bajo el paraguas de la unión”. Feijóo ha insistido en que actualmente hay una clara realidad en la comunidad que hacen inviables las peticiones naranjas: “Los populares de Galicia tenemos 41 escaños, Ciudadanos 0”, ha recordado el presidente. Aunque eso sí, ha añadido que “no cierra la puerta” a mantener conversaciones con ellos. 

    DESACUERDOS ENTRE FEIJÓO Y ARRIMADAS

    El plazo para la coalición, como ya se ha cerrado en el País Vasco, ya ha pasado en Galicia. Ahora la negociación se centra en otras formas de unión en las que ambos partidos presentan notorios desacuerdos. Por un lado, el PP Gallego no estaría dispuesto a ceder ante los naranjas, principalmente porque parten de una situación que consideran que no es comparable. La única salida que de momento ha ofrecido el líder popular es la de incluir en sus listas, bajo las siglas del PP, a los representantes de Ciudadanos.

    «CS ES UN PARTIDO QUE CAMBIA DE OPINIÓN»

    Esta es una solución que permitiría al PP hacerse con el voto moderado de Cs, pero que dejaría a los de Arrimadas en la irrelevancia. La andaluza descarta esta salida, porque entiende que se trata de una especie “de absorción” que busca su desaparición. En su lugar, la dirigente naranja ha planteado explorar otras formas de unión que mantenga “el peso” de PP y Cs por separado. Una de ellas podría ser ir juntos en las urnas, pero tras el cierre electoral, los diputados que consiguieran en Ciudadanos se irían al grupo mixto. Esta solución, a su juicio, conservaría la presencia independiente del partido y evitaría condenarles al ostracismo. 

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    Esta alternativa, sin embargo, parece que no va a tener mucho recorrido. Feijóo ya la ha descartado porque alega que los votantes no entenderían que tras cerrarse las urnas hubiera dos partidos en lugar de uno. El presidente de Galicia, además, ha insistido en que Ciudadanos sigue sin contar con un gran apoyo entre la población gallega. Como muestra de ello, alega que en las elecciones generales de 2016 obtuvieron poco más de 133.000 votos y pocos meses después, en las autonómicas, no llegaron ni a 50.000

    Arrimadas tampoco ha dejado pasar esta justificación y le ha advertido de que «Fraga perdió la mayoría absoluta por 11.000 votos«. «Nosotros tuvimos creo que casi 50.000. Este desprecio a los votantes de Ciudadanos me parece que es, aparte de injusto, un poco insensato en un momento como este», ha concluido. 

    Feijóo tiene actualmente la mayoría de la Cámara desde el año 2009 y pretende revalidar este cargo este abril, a pesar de que se enfrenta por primera vez a Vox en unas elecciones autonómicas. No obstante, al presidente gallego parece no importarle este aspecto, ya que ha reconocido que él cree que “no va a tener representación” y ha recordado que el partido de Santiago Abascal no tiene actualmente ni un concejal en la comunidad. 

    PP Y CS EN OTRAS COMUNIDADES

    Los desacuerdos que se están presentando en Galicia no han afectado al resultado en otras comunidades. En el País Vasco, PP y Ciudadanos ya van de la mano. Una coalición para los inminentes comicios que no ha estado exenta de polémica. La decisión de ir juntos a las urnas se ha hecho a instancias de los dirigentes vascos, que se mostraban divididos ante esta posibilidad, empezando por su propio líder.

    El hasta hace unos días candidato a lehendakari, Alfonso Alonso, no estaba dispuesto a aceptar la inclusión de Ciudadanos. Unas discrepancias que Génova ha solucionado apartándolo de su cargo. El presidente nacional, Pablo Casado, dio un paso adelante para que la coalición fuera fructífera y propuso a Carlos Iturgaiz como representante de la fórmula. La decisión ha desatado una guerra interna que ha provocado el abandono de Alonso definitivamente de la política. 

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    La unión, con polémica, ha salido en el País Vasco aunque no parece que vaya a suceder lo mismo en la otra comunidad en estudio: Cataluña. Los papeles de PP y Ciudadanos se invierten en este territorio. A diferencia de Galicia, los populares son actualmente irrelevantes en esta autonomía, mientras que Ciudadanos ganó al independentismo en las últimas elecciones, un dato que tampoco se asegura que vuelva a repetirse tras el batacazo electoral del 10-N. 

    Los de Arrimadas están jugando con esta baza para presionar a Feijóo en Galicia, donde el PP es fuerte. La dirigente naranja ha insistido en que este acuerdo en Cataluña, que tanto han pedido populares como Cayetana Álvarez de Toledo, está en peligro si no se avanza en Galicia. De momento, las negociaciones en Cataluña están paralizadas a la espera de la negociación con el presidente gallego, que no está muy por la labor.