El Gobierno, en las antípodas del independentismo, apela a «fórmulas imaginativas»

El Gobierno español sale satisfecho de la primera reunión de la mesa de diálogo con la Generalitat catalana al considerar que ha servido para «sentar las bases» de una nueva etapa que permita lograr «mejoras reales» para los ciudadanos y encauzar políticamente el conflicto existente en Cataluña a través de «fórmulas imaginativas».

Es el resumen que ha hecho la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, que ha mostrado su confianza en que este jueves se apruebe en el Congreso de los Diputados la nueva senda de estabilidad presupuestaria y el ‘techo de gasto’, paso previo para la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado y para el que el Gobierno requiere la colaboración de las formaciones independentistas.

En rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa, Montero ha aclarado que en la mesa no se ha hablado de la negociación presupuestaria, más allá de que el Gobierno ha recordado la obviedad de que, para responder a algunas demandas del Govern catalán se necesitan unos Presupuestos capaces de materializarlas.

La reunión, que ha definido como «muy franca», ha representado para el Ejecutivo español un «primer paso muy importante» para avanzar en la «normalización de las relaciones institucionales» y «afectivas» tras 10 años en los que, según ha dicho, «solo ha habido confrontación y reproches».

El encuentro ha comenzado con la reivindicación que ha hecho Torra del derecho de autodeterminación y la petición de amnistía para los presos del ‘procés’. Según Montero, Sánchez le ha contestado explicando que su Gobierno no comparte ese «supuesto» derecho de autodeterminación de los catalanes que el independentismo esgrime.

Siendo «conscientes» de las muchas cosas que les separan, Montero ha puesto en valor la voluntad compartida de perseverar en la búsqueda de soluciones para una mejor convivencia entre catalanes y de los catalanes con el conjunto de España porque «la opción de no hacer nada», como considera que actuó el anterior Gobierno de Mariano Rajoy, se demostró «contraproducente» al radicalizar posiciones y enquistar el problema.

Precisamente para ir dando salida a algunas reivindicaciones concretas del Govern catalán, Montero ha anunciado que «en las próximas semanas» se convocará una reunión de la Comisión bilateral Estado-Generalitat que prevé el Estatut como foro institucional de negociación entre ambas instituciones.

ABANDONAR MAXIMALISMOS

Y en lo que se refiere al fondo de la cuestión, las aspiraciones independentistas de los socios del Govern, Montero ha hecho un llamamiento a que abandonen las posiciones «maximalistas» una vez que el Gobierno español se ha abierto a abrir este debate de manera «valiente».

Desde el Ejecutivo explican que por «fórmulas imaginativas» la portavoz se refiere a encontrar modos creativos de plantear por ejemplo una reforma del Estatut, que así planteada, puede ser insuficiente para el soberanismo.

Preguntada por el tono que ha percibido en los dos socios del Govern, Montero ha afirmado no haber encontrado diferencias entre ellos y ha reiterado la negativa del Ejecutivo español a introducir la figura del relator en esta mesa, al no considerarlo necesario.

Respecto del comunicado conjunto que ambas delegaciones han pactado estableciendo reuniones mensuales de la mesa, ha añadido que cada seis meses habrá un encuentro de mayor nivel con la presencia de los presidentes y vicepresidentes y ha abierto la puerta a que en el resto de encuentros ordinarios puedan participar otras personas que hoy por hoy no forman parte de las delegaciones que se han dado a conocer.