Iglesias se blindará en Vistalegre III: más cargos, menos rivales y fagocitar a IU

  • Podemos acabará con la norma que impide a sus cargos públicos mantener puestos en el partido.
  • No hay ningún rival notable que se vaya a presentar a liderar el partido contra Iglesias.
  • Iglesias ya ha declarado su intención de reforzar la alianza con Izquierda Unida.
  • El vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias afronta la tercera Asamblea Ciudadana de Podemos con ganas. Después de marzo, fecha a la que adelantó el conocido como Vistalegre III, Iglesias saldrá reforzado, pues se constatará que no hay rivales que le planten cara y pulirá todas aquellas esquirlas que amenazan con herir su figura. La Asamblea se centrará en modificar una norma que permitirá a los altos cargos de Podemos compaginar varios puestos, en eliminar toda amenaza al líder y en establecer las bases para fagocitar a Izquierda Unida. Y quién sabe si maquillarán la norma que obliga a los altos cargos de la formación a no cobrar más de tres salarios mínimos.

    Lo primero y más importante para Iglesias es eliminar todo rastro de competencia. Esta práctica se ha hecho célebre desde que Iglesias fundó Podemos junto algunos compañeros que, por cierto, ya no siguen en el partido. Toda sombra de amenaza ha sido apartada, ha abandonado la formación o ha creado su propio partido, como es el caso de Íñigo Errejón. Aún así, todavía hay resquicios de amenazas que, poco a poco y con diplomacia, Iglesias les ha enseñado la puerta de salida, como es el caso de los Anticapitalistas de Andalucía.

    Teresa Rodríguez
    Teresa Rodríguez. Foto: Europapress.

    Las otras amenazas a Iglesias están en los territorios. Cada comunidad autónoma peca de cierta independencia, algo que no gusta demasiado en el núcleo duro de la formación morada. Y algunas de ellas han funcionado con cierto carácter propio, ignorando las consignas del líder. Algo intolerable que quedará solucionado tras Vistalegre III.

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    Los Anticapitalistas, liderados por Teresa Rodríguez, ya han anunciado que no participarán en la Asamblea Ciudadana y que, poco a poco, abandonarán Unidas Podemos para iniciar un proyecto por su cuenta. Algo que agrada al incuestionado líder, ya que el sector más crítico con su gestión se ha quedado, por fin, fuera. Eso sí, todo de manera muy cordial y a través de un vídeo conjunto en el que Iglesias y Rodríguez pretendieron dejar claro que no había fricciones, al menos de cara a los suyos.

    Tras limar los sectores críticos, pasarán a solucionar cómo aglutinar el poder sin contradicciones. El código de Podemos está pensado para perdedores. Para un partido de la oposición que tenga que decir a los que gobiernan cómo se deben comportar. Pero ahora Iglesias es vicepresidente, su pareja ministra y su núcleo duro está trufado por toda la administración pública; algo que, según el código ético de Podemos, les obligaría a abandonar sus puestos dentro del partido. Pero Iglesias no está dispuesto a ceder parte de su peso en la formación. Por tanto, la solución pasa por que Vistalegre III se plantee como una forma de someter ese código a las necesidades de Iglesias. Y no cabe duda en las bases del partido de que se hará.

    pasamos a abrir la puerta de lo que parece inminente: fagocitar Izquierda Unida

    Una vez limadas las astillas que amenazan la autoridad del líder y solucionado el problema de aglutinar cargos tanto en la administración pública como en Podemos, pasamos a abrir la puerta de lo que parece inminente: fagocitar Izquierda Unida. Iglesias lo ve como una forma de reforzar los lazos entre los dos partidos. Pero todo acabará en que la formación de Alberto Garzón se someterá a las órdenes del líder de Unidas Podemos.

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    Todavía insisten, tanto Garzón como Iglesias, en que solo se trata de reforzar la unión entre las dos formaciones. Y aclaran a los medios que no habrá una fusión que diluya las siglas de IU en Podemos. Pero lo que sí está claro es que Vistalegre 3 dará los primeros pasos en esa dirección.

    SIN RIVALES

    Cuando Iglesias adelantó Vistalegre 3, lo hizo a conciencia y con datos. Sabía cuál era el pulso del partido, cuáles eran sus potenciales rivales y cuáles eran las opiniones de sus bases. Las tenía todas consigo y era el momento adecuado para presentarse y alejar toda sombra de duda que amenazara su liderazgo al frente del partido morado.

    Quedan semanas para que se celebre la Asamblea Ciudadana y no se contempla en el horizonte a nadie que quiera plantar cara a Iglesias. Sonaban algunos posibles candidatos, de los cuales había quien dejó el partido de forma reciente. Pero todo parece indicar que hay poco que hacer contra un Iglesias vicepresidente del Gobierno. Y el miedo a sus conocidas represalias seduce a los que ya tienen un asiento en la formación a permanecer quietos, pues ya se sabe que el partido es de Iglesias y que él ha decidido que lo heredará su pareja, la ministra de Igualdad.

    «Constatamos que existe una diferencia enorme entre los objetivos del Podemos que contribuimos a formar hace seis años y la deriva actual, mediante la cual se ha pasado de impugnar a la clase política y a las élites económicas a convertirse en parte de la primera sin tocar los beneficios de las segundas», ha afirmado Anticapitalistas en un comunicado oficial.