domingo, 15 diciembre 2024

Iglesias prepara a Podemos para el asalto a la administración pública

  • Iglesias modificará tras Vistalegre III el tope que obliga a los cargos a limitarse el sueldo a tres salarios mínimos.
  • El vicepresidente ampliará de ocho a más de doce los años que puede permanecer liderando el partido.
  • Los afiliados que quieran tener voto en el partido tendrán que pagar una cuota. 
  • El código ético de Podemos era un marco de referencia para perdedores. Para aquellos que habían asumido que estarían en la oposición de forma permanente. Pero las cosas han cambiado gracias a Pedro Sánchez y ahora la formación morada es parte fundamental del Gobierno. Ese código ético del que Pablo Iglesias presumía una y otra vez sentado en los platós de televisión se ha convertido en un incordio. En algo que limita los ambiciosos planes de los dirigentes de Podemos. Por eso, Vistalegre III se ha convertido en una asamblea que tiene como objetivo romper el muro que evita que tantos ministros, cargos intermedios y un vicepresidente puedan cobrar con una nueva limitación (más abierta) de la administración pública

    Las excusas del partido para justificar por qué quieren modificar el tope salarial que impide a los dirigentes de la formación cobrar de la administración pública más de tres salarios mínimos son, cuanto menos, cuestionables. «Debido al incremento del SMI desde la llegada de Podemos a las instituciones, y ante la perspectiva de que este continúe aumentando, el SMI deja de ser un marco de referencia válido», señalan desde Podemos. El marco ahora lo dictará Iglesias, especialmente porque él es consciente de que algunos de sus dirigentes autonómicos se han quejado de que les cuesta llegar a fin de mes.  

    DONACIONES EN FUNCIÓN DE LAS RESPONSABILIDADES

    Con el nuevo marco que plantean desde Podemos, quieren establecer una cuota fija que obligue a todos los altos cargos de la formación a donar dinero al partido, ya que ahora hay algunos que no lo hacen. El incremento experimentado del SMI ha hecho que algunos cobren por debajo de esta línea de tres salarios mínimos. Al establecer esa nueva norma, Iglesias y Montero podrían verse beneficiados o no, dependiendo de las nuevas reglas que se pongan respecto a las donaciones que tendrán que hacer «mediante porcentajes del salario percibido en función de las responsabilidades asumidas».

    El nuevo marco es realista y muy bien adaptado a sentarse en la administración pública, y permitirá a los dirigentes de Podemos cobrar gran parte de su sueldo, siempre que regalen al partido el porcentaje determinado, que oscilará entre el 5% y el 30%, según han confirmado desde el partido.

    Son muchos gastos para los representantes de la formación morada. Iglesias afronta una hipoteca de la que ha decidido amortizar a un ritmo equivalente a 2.850 euros al mes de media, una cantidad similar a tres salarios mínimos interprofesionales (SMI). Pero sus diputados tienen los mismos problemas, ya que todos menos ocho tienen al menos una vivienda en propiedad

    Son cuatro años de Gobierno los que quedan por delante. E Iglesias intuye que con cuatro medidas de efecto y una campaña electoral orquestada desde el Ejecutivo puede renovar su coalición y su flamante puesto. Por eso, ese código ético también pretende barrer otra limitación que no hace más que incordiar casi tanto como la limitación a tres SMI. En este caso, se trata de los mandatos dentro del partido. ¿Por qué limitarse a ocho cuando puede hacerlo a más de 12? Pues eso, el nuevo documento que será aprobado en Vistalegre III contempla que Iglesias se podrá perpetuar en el poder dentro de Podemos otra legislatura más. 

    CUOTA PARA SER AFILIADOS DE PLENO DERECHO

    Irene Montero, ministra de Igualdad y pareja del líder de Unidas Podemos, ha sido bendecida por Iglesias para sucederle al frente de la formación morada. Sin embargo, los nuevos estatutos del partido parecen indicar que Montero tendrá que esperar para coger las riendas de Podemos, ya que todos los fieles al líder mantendrán previsiblemente su apoyo al vicepresidente. Y más ahora que todos los que quieran tener voz y voto dentro del partido tendrán que pagar una cuota que les convierta en afiliados de pleno derecho

    Las decisiones dentro de Podemos se tomarán con gente implicada, un núcleo reducido. Y los dirigentes del partido han decidido que el compromiso se determina con dinero que debe acabar en las arcas del partido.

    Se trata de un documento que Iglesias ha presentado desde la vicepresidencia social del Gobierno y que no oculta sus intenciones. Ya lejos de lo políticamente correcto o de mantener un estilo de vida responsable y coherente con el discurso, el líder del partido ha decidido que entren en su chalet de Galapagar casi 15.000 euros mensuales para abordar los gastos con comodidad y desahogo.

    Iglesias ha pasado de estar en la cuerda floja a verse como un alto cargo el Gobierno por, al menos, los próximos ocho años. Que el partido haya ido en caída libre desde que entró en el panorama político nacional ya no es problema. Ya no limita a nadie para ser ministro o vicepresidente. Por eso esa hipotética dimisión que llevaría a Irene Montero a liderar el partido se ha retrasado.

    Otro de los datos que constata esta afirmación es que Iglesias decidiera adelantar Vistalegre III a marzo de 2020, ya que se debía haber celebrado dentro de un año. Pero el flamante vicepresidente quería una legislatura tranquila, sin baches ni exabruptos dentro de Podemos. Así que había que limar las asperezas que aún podían traer problemas al líder incuestionable. Así que, como las tiritas, había que quitar los problemas rápido y de un solo tirón.

    Cuando se celebre la asamblea ciudadana, Iglesias, quien no tiene ni un solo rival que le plante cara, quedará considerablemente reforzado en el partido. Y no solo eso, tendrá un holgado plazo para dejar el cargo, desde donde ya no tendrá coto para cobrar el dinero que quiera ni tendrá que guardar las formas. Chalet, piscina, coche oficial y 14.000 euros entrando en la villa todos los meses. Una vida de ensueño que el líder espera poder dar a sus votantes, los más pobres.