Las dos vías de EH Bildu para estrenarse en el Gobierno Vasco

  • La izquierda abertzale cree que es la hora de entrar en el Ejecutivo de Euskadi.
  • Arnaldo Otegi no será candidato para ensanchar el espacio de EH Bildu.
  • La coalición pretende saltarse del 'cordón sanitario' que le han impuesto PNV y PSE.
  • La izquierda abertzale no tiene experiencia en Gobiernos autonómicos a excepción del primer Ejecutivo navarro de concentración tras la caída del franquismo. Ángel García de Dios de HB tuvo la cartera de Sanidad, y de la pasada legislatura en la Comunidad Foral, en la que varios consejeros independientes fueron elegidos por la coalición compuesta actualmente por Sortu, EA y Alternatiba.

    Arnaldo Otegi cree que es hora de acabar con la anomalía porque lo lógico de una fuerza que oscila entre el 10% del voto, asesinato de Miguel Ángel Blanco, y el 24%, año 2012, es que hubiese tenido responsabilidades ejecutivas a nivel autonómico en Euskadi. Cierto es que el conflicto vasco todo lo condicionó. 

    Ante este nuevo escenario político EH Bildu busca ensanchar su espacio mediante el apoyo de personajes cercanos a la socialdemocracia y alejados del nacionalismo, es el caso del exconsejero de Vivienda Javier Madrazo (ex de Ezker Batua).

    La coalición abertzale sabe que sufre un cordón sanitario de PNV y PSE que les impide formar parte de las mesas de decisión. Los jeltzales y los socialistas parecen cómodos repartiéndose el poder en vez de compartir frente nacionalista o izquierdista con Otegi, que ha propiciado generosos acercamientos hacia los socialistas en Madrid, Pamplona e Irún.

    BILDU: VALENTÍA, MIOPÍA, VORACIDAD Y FALTA DE FARO

    Desde amplios sectores de la izquierda, incluidos PSOE y PCE, se valoró la valentía mostrada por la izquierda abertzale durante los años más oscuros del régimen fascista comandado por Francisco Franco.

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    En la niebla de la Transición se alzó la figura de Patxi Zabaleta, abogado navarro de vasta cultura que entendió que HB debía normalizarse en la política navarra mientras sus hermanos vascos se conformaban con realizar performances en Vitoria y Madrid.

    Zabaleta marcó el camino del parlamentarismo a la rama vasca de HB con quince años de antelación y se desentendió de la violencia con otros tres lustros de ventaja. Algunos le llamaron traidor, pero él demostró una gran altura de miras al desintegrar Aralar dentro de EH Bildu a pesar de ser consciente de la voracidad de Sortu, que acapara los principales puestos de mando. 

    La jubilación política de Zabaleta, que ensanchó el espacio del nacionalismo vasco en Navarra mediante coaliciones heterodoxas, no ha podido ser suplido por el Mandela vasco, Otegi, que al menos se ha echado a un lado al ser consciente de que no ganará un solo voto fuera de su caladero y EH Bildu no entrará en los gobiernos con él como negociador a pesar de sus movimientos en favor del final del conflicto.

    DESESTRUCTURA Y RESURRECCIÓN DE GALEUSCA

    Euskal Herria Bildu habla de Euskadi y Navarra como un único sujeto político, pero su incapacidad para extenderse por la zona media y el sur de la Comunidad Foral es palpable. En los últimos tiempos ha decidido destrozar algunas estructuras que extendían su mensaje para sortuzizar la coalición a martillazos tras apostar por personas sin experiencia y sin más estrategia que el oportunismo pop en redes sociales.

    Bildu
    Otegi no será candidato a lehendakari.

    Tocan nuevos tiempos, es evidente, y Otegi se fija en el espejo socialdemócrata de Esquerra Republicana de Catalunya, que hace años apostó por formar un bloque identitario con CiU o por robar votos al PSC mediante a fichajes procedentes de ICV o comuns.

    Otegi intentó un pacto en las europeas que incluyese al PNV, no lo logró, pero al menos se lució con su contribución a la lista Ahora Repúblicas (apoyada por fuerzas de Euskadi, Cataluña, Galicia, Asturias, Canarias y Aragón); a la Declaración de la Llotja, apoyo a la autodeterminación de los pueblos que incluyó a JxCat, CUP, BNG o Més Mallorca; y al texto antimonárquico que firmaron hace dos meses en el Congreso junto al resto de fuerzas del nacionalismo periférico.

    CITA EL 5A

    Arnaldo Otegi asegura ante la cita del 5A que «el PNV ha renunciado a un proyecto nacional ambicioso, al negarse a llegar a acuerdos de país con EH Bildu y al limitar su proyecto, 45 años después de la muerte de Franco, a una reforma estatutaria dentro de la legalidad constitucional». 

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    También asegura sobre los socialistas que «el PSE abandona su teórico perfil de izquierda, se limita a ejercer de moderador del nacionalismo vasco y ser un socio barato y fiel del Partido Nacionalista Vasco»

    «Elkarrekin Podemos da continuos tumbos lastrado por batallas internas incomprensibles, renuncia a un modelo territorial confederal y se opone frontalmente a la huelga general del 30 de enero. Este modelo de renuncias no da para más y necesita de alternativa y nuevos liderazgos», asegura.