Multas por tonto: el entrenador de pokémon y otros casos surrealistas

Para algunos el confinamiento está siendo algo pesado. Es el caso de esta persona de 77 años, que vio una zona ajardinada del barrio de Latina (Madrid) y pensó que ahí debía haber una buena cantidad de pokémon. O al menos alguno muy exclusivo, difícil de capturar en condiciones normales. No sabemos si esta persona en cuestión consideró que el confinamiento ha sacado a más pokémon a la calle o simplemente estaba harto de ver la televisión, pero el caso es que la policía municipal le cogió mientras lanzaba algunas pokéball desde su móvil y le sancionó .

Pokémon es una serie japonesa de éxito de hace unos años. Marcó algunas generaciones, pero está visto que más de las esperadas. En la multa impuesta por la policía municipal se lee claramente: «Se encuentra en vía pública, manifiesta que está cazando pokémon». La imagen de la multa ha dado la vuelta a todas las redes sociales, que desde que se decretó esta situación excepcional, arden con más facilidad que otras veces.

No se sabe si capturó o no al pokémon en cuestión, pero de haberlo hecho, podría haberse convertido en el más caro de todos los tiempos, ya que las multas por salir a la vía pública pueden ser desde 601 euros hasta 30.000. Pero hay algunos más originales (o imprudentes), que sí que entienden que pueden ir a pasárselo bien incluso a la montaña, tal y como se puede ver en el madrileño del siguiente vídeo, que se fue de vacaciones.

pokemon

DESLIZARME POR EL ESTADO DE ALARMA

Luego hay algunos que han entendido la cuarentena como un espacio para disfrutar de lo que más les gusta. Los más prudentes se quedan en sus casas, pero hay otros que entienden que pueden ir a hacer algo de deporte. Es el caso de este joven, que acudió a Sierra Nevada, esquís en mano, para deslizarse por las pistas de Granada, ahora que les queda poco tiempo cubiertas de nieve.

La policía local de Monachil le interceptó y le explicó que no se podía estar en la calle en estos momentos, que tenía la obligación de ir a su casa. «¿Sabe usted que no se puede estar en la vía pública?», le preguntan los agentes. «Dicho así, no», responde el esquiador. El joven no era de Granada, sino de Madrid, uno de tantos madrileños que han decidido abandonar la capital para disfrutar de unas vacaciones. Pero al menos aquí no hubo violencia, como sí la hubo en el siguiente vídeo.