Así escasearon las mascarillas: «Teníamos millones y nadie las compraba»

  • Una gran comercializadora internacional de equipos de protección no consiguió que le compraran el material ofertado.
  • La confusión sobre si el Gobierno central se haría con esas partidas atenazó las órdenes de compra.
  • El Gobierno desmiente que haya bloqueado la compra de materiales de protección.
  • El Gobierno central acaba de anunciar la compra de líneas de producción completa para asegurar el suministro de mascarillas y otros materiales de protección contra el coronavirus. Algunas comunidades autónomas se enfrentaron al Ejecutivo central de Pedro Sánchez al ver cómo se intervenía el material para distribuirlo según sus criterios. Mientras, un comercializador ha expresado su frustración por el hecho de que no hayan podido traer millones de mascarillas, calzas o batas de protección, a pesar de haberlas ofertado, mientras el personal sanitario clamaba por este material. “Podíamos traer 14 millones de mascarillas, pero no sabemos por qué no nos dejaban”, señalaron.

    Una de estas comercializadoras, que prefiere mantener el anonimato, relató a MONCLOA.COM su frustración por no poder vender el material de que disponían. Sus clientes habituales han sido los departamentos de Sanidad de comunidades autónomas como Andalucía, Castilla-La Mancha o Castilla y León.

    Sin embargo, a pesar de la oferta de material, esta comercializadora se encontró con la resistencia a la compra del mismo. Se trataba del momento en que en Andalucía se había producido un incidente con la intervención de una partida de mascarillas de las que se quejó la Junta. El Gobierno central primero declinó polemizar y luego ofreció otras explicaciones sobre las razones de esta intervención.

    Por su parte, el gobierno de Madrid, presidido por Isabel Díaz Ayuso, también se quejó de las dificultades que encontraba, por lo que presionó públicamente al Gobierno central ante la falta de equipos de protección. La empresa comercializadora señaló a este medio su impresión a que existía un miedo a realizar compras que luego pudieran ser confiscadas por el Gobierno central. A su vez, sus esfuerzos por vender el material al Gobierno central también fueron vanos.

    En este contexto, el Gobierno de Pedro Sánchez ha anunciado posteriormente la llegada de millones de mascarillas y otro material a España, como los tests. Ha subrayado que las compras se han realizado en un contexto internacional muy agresivo. También han hecho hincapié insistentemente en que no han optado por la compra de partidas, sino por hacerse con líneas completas de producción.

    «Todos tenían miedo a comprar», relataron en una empresa comercializadora

    Por su parte, la citada distribuidora explicaba que haber intervenido los suministros, por ejemplo, a farmacias, había provocado que los almacenes farmacéuticos dejaran de querer comprar. Las intervenciones, según el Gobierno, trataban de enviar las mascarillas y otros materiales a los centros médicos y hospitales donde su uso era prioritario respecto al de los ciudadanos que se acercaran a comprarlas en una farmacia.

    “Todos tenían miedo a comprar”, relata esta persona que trabaja en una empresa importadora de este tipo de material. También ponía el ejemplo de empresas que iban a tener que despedir a 400 agricultores si no se les dotaba de mascarillas.

    La explicación no se encontraba en una falta de existencias. Esta empresa comercializadora tiene participaciones en una de las fábricas chinas de este tipo de materiales, además de ser concesionaria de Alemania y Estados Unidos. Los responsables del Gobierno describieron un mercado muy agresivo en el que han tenido que cerrar las compras. Sin embargo, esta empresa se quejaba de que el Ministerio no quiso contactar con ellos a pesar del ofrecimiento de material. Este comportamiento les resultaba más chocante en tanto que no habían encontrado este tipo de restricciones en ninguno de los demás Gobiernos de los países con los que trabajan.

    EL GOBIERNO DESMIENTE EL BLOQUEO DE MASCARILLAS

    En la comparecencia pública de ayer, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha vuelto a desmentir que se haya producido ese bloqueo. “Es absolutamente falso que estemos bloqueando la compra de materiales de protección. No hay ningún bloqueo de material ni en aduanas ni en ningún sitio del territorio nacional”, ha dicho el ministro. Este ha añadido que, si acaso, lo que existe es “un combate contra aquellas personas que quieren especular sobre los recursos con los que contamos para hacer frente al virus”. Además, ha anunciado que “estamos cerrando más entregas que daremos a conocer cuando tengamos precisión”.

    Ya hace unos días, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se quejó de lo que consideraba la paralización del flujo de material que llevaban pidiendo desde hacía tiempo. Díaz Ayuso había denunciado que se había retenido en las aduanas material de protección como mascarillas, gafas o guantes.

    Illa Calviño
    El ministro de Sanidad, Salvador Illa. Foto:Pool Moncloa/JM Cuadrado.

    La protesta de la presidenta madrileña se concretó en una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En esta misiva subrayaba la necesidad de material sanitario “para salvar vidas de profesionales y pacientes”. A estas quejas se unieron las del Gobierno andaluz, también del Partido Popular, centradas en la decisión del Gobierno central de intervenir 150.000 mascarillas a una empresa de Jaén que era el principal proveedor del Servicio Andaluz de Salud.

    El Ministerio de Sanidad negó que se tratara de una requisa, sino de una compra en las nuevas circunstancias en las que ha repartido el material entre las comunidades autónomas que más lo necesitaban, reparto en el que también incluyó a Andalucía.

    Según los datos oficiales, el Ministerio de Sanidad ha repartido este pasado fin de semana 1,6 millones de mascarillas entre las comunidades autónomas. Desde el pasado 10 de marzo el número de estos instrumentos distribuidos ha sido de cuatro millones. El Ministerio ha anunciado que a lo largo de esta semana llegarán muchas más debido al refuerzo de los procesos de adquisición. Este se ha basado, como han insistido los responsables políticos en varias ocasiones, en hacerse con líneas de producción completas en lo que siempre han descrito como un entorno comercial internacional “muy agresivo”.