Los tests rápidos que ha comprado el Gobierno para detectar el coronavirus no funcionan. Son de baja calidad y los compraron a una empresa sin licencia, tal y como ha asegurado la embajada de China en España. Prisas y las cosas mal hechas. El Gobierno, primero, no detectó suficientes casos de coronavirus porque no tenía medios para hacerlo. Y tras gastarse más de 400 millones de euros en material para poder hacerlo, se enteran de que los tests no funcionan correctamente.
Ante las acusaciones del Gobierno español a China tras las noticias publicadas en los medios de comunicación que confirmaban que los tests estaban defectuosos, el país asiático ha contestado: hizo una recomendación al Ejecutivo sobre dónde comprar estos tests y Pedro Sánchez hizo caso omiso. Se fue a por la oferta más barata y ahora se están pagando las consecuencias.
Los tests tienen una sensibilidad del 30%, cuando deberían superar el 80%. Vamos, que son de una calidad muy baja y eso los convierte en poco fiable, por lo que los datos que reflejan el número de infectados diarios puede estar aún más viciado, tras saberse el desastre de gestión protagonizado por el Gobierno de Sánchez.
Shenzhen Bioeasy Biotechnology es la empresa a la que España ha comprado los tests,y ni siquiera tiene licencia. «El Ministerio de Comercio de China ofreció a España una lista de proveedores clasificados, en la cual Shenzhen Bioeasy Biotechnology no estaba incluida», han detallado desde la embajada. «Shenzhen Bioeasy Biotechnology no ha conseguido todavía la licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos», ha añadido en su comunicado.
«¡De Aliexpress! Qué envergadura de gestión, la inutilidad hecha gobierno, esto es imposible de mejorar», ha detallado uno de los miles de usuarios críticos que han visto como la compra del Gobierno se ha vuelto en su contra.
El pasado domingo el Gobierno, a través del Ministerio de Sanidad, anunció que había empezado a repartir los 640.000 tests de detección rápida que había comprado y comenzó a distribuir los primeros 8.000 test en la Comunidad de Madrid.
Ahora, el Gobierno ha anunciado que ha comprado a China también una ingente cantidad de material sanitario por un valor que supera los 400 millones de euros. Este material llegará en las próximas dos semanas y se espera que ayude a los profesionales a estar más protegidos frente al coronavirus. Eso siempre que el proveedor esta vez cumpla los requisitos necesarios.