Guerra de vecinos en el balcón: «métete la guitarra en el …»

Si algo bueno ha hecho esta cuarentena ha sido que nuestra imaginación se ha desarrollado, sacando a la luz facetas que desconocíamos de nuestros vecinos. Cada día a las 20:00 los balcones de España se llenan de gente aplaudiendo a nuestros sanitarios y fuerzas de seguridad que luchan por nosotros contra el virus que nos hace estar encerrados.

Este «ritual» de salir a los balcones se ha extendido desde Italia, donde empezó todo en Europa, hacia nuestro país y el país vecino, llegando a cruzar el Atlántico y parar en Argentina o en Chile. Pese a la alegría generalizada que causa esta iniciativa, no son todos los habitantes que comparten la euforia con sus vecinos.

Muchos padres tienen a sus hijos en casa y estos, cuando son pequeños, se acaban aburriendo. En internet se han viralizado vídeos en comunidades de vecinos en los que salían los más pequeños jugando al «Veo Veo», cantando canciones infantiles o jugando al bingo con el resto de niños en sus respectivos balcones. Esto, en ciertos momentos puede cansar al resto de habitantes del bloque.

LA POLICÍA CIUDADANA DE OVIEDO

Después de ver oleadas de solidaridad en los balcones y fuera de ellos, vemos que existen personas que se mantienen al margen de estas iniciativas solidarias y deciden seguir su vida por su lado. Es el caso de los habitantes de un bloque de pisos de Oviedo, en Asturias, que según sus propios vecinos «nunca salen al balcón al aplauso a los médicos a las 8».

Esta comunidad de vecinos, aprovecha para echarle en cara a sus compañeros de bloque que salgan a la calle «con el perro hasta 4 y 5 veces y algunas veces tardan más de 20 minutos en volver recorriendo todo Oviedo». Esto, como es evidente, provoca el malestar de muchos ciudadanos que se ven obligados a contactar con las autoridades para denunciar los hechos.

Desde el principio de la crisis sanitaria se ha formado una especie de policía ciudadana que se encarga de vigilar lo que ocurre en su bloque de pisos o en los aledaños de sus viviendas. Estos vecinos instan al resto a llamar «a la policía cada vez que salga alguien de estos pisos con el perro o sin justificación».