Operación Balmis, o cuando España fue bandera de una vacuna

Operación Balmis. Así se ha denominado a la operativa de las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado durante el Estado de Alarma. Hay un motivo, histórico, que muy pocos conocen para este nombre: la expedición que salvó al mundo en 1803 de la viruela al llevar por todo el mundo la vacuna en una de las gestas más extraordinarias.

Más de dos años tardó el barco del médico militar Francisco Javier Balmis en llegar a Filipinas y continuar así su labor sanitaria por todo el mundo.

La expedición llegó primero a Puerto Rico, en febrero de 1804 y siguió rumbo a Venezuela. Desde allí, el equipo se multiplicó para cubrir todo el territorio: una parte del grupo se dirigió a Cuba y México, y el otro continuó hacia América del sur. En su viaje, Balmis llegó al sur de China antes de regresar a España.

LA EXPEDICIÓN BALMIS: LA HISTORIA DE CÓMO ESPAÑA FUE ABANDERADA DE LA SANIDAD PÚBLICA

Auspiciado por el entonces rey Carlos IV, el médico militar Francisco Javier Balmis se embarca en 1803 junto al también médico Josep Salvany e Isabel Zendal, quien estaría al cargo de los 22 niños que se utilizaron para llevar la vacuna al Nuevo Mundo, descubierta por casualidad, a los territorios de ultramar donde estaba causando estragos.

El viaje, el primer hito de una sanidad pública, que partió de La Coruña vivió grandes penurias a raíz de intrigas política, con Virreyes que se negaban a dejarlos embarcar y políticos que pretendían que dicha vacuna fuera exclusiva de las clases dirigentes.

También hubo quien quiso hacer negocio, cobrando las vacunas, y quienes cometieron fraude con vacunas en mal estado o directamente falsas.

El mérito del marino fue capitanear la primera gran operación de salud pública hasta la época: no solo confirmó su teoría de que era posible mantener la vacuna activa haciendo una transmisión brazo a brazo entre los niños, sino que tanto él como su equipo enseñaron a las poblaciones a inocular la vacuna.

ISABEL ZENDAL, LA PRIMERA ENFERMERA EN MISIÓN INTERANCIONAL

Para su cometido, Balmis recurrió a un hospicio con el fin de utilizar niños sanos de orfanato para inocularles la viruela y que así esta se mantuviera activa y en perfectas condiciones para utilizarla como tratamiento contra la enfermedad. La encargada de los cuidados y atención de los niños fue Isabel Zendal, la joven directora del hospicio de La Coruña.

Ella, junto con Balmis y Salvany han sido lo considerados héroes de la mayor gesta de sanidad pública de la historia de España. El médico catalán Josep Salvany moriría enfermo y agotado por el esfuerzo llevado a cabo por su equipo en América del Sur.

Se calcula que la Operación Balmis vacunó a 250.000 niños en todo el mundo.

Como curiosidad, la expedición hizo un alto a su vuelta a España para llevar la vacuna a la isla de Santa Elena, en posesión de los británicos, a quienes tuvo que convencer a pesar de que el descubridor de la misma fuera un inglés. Edward Jenner.