El Grupo de Apoyo a la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA) en el País Vasco de la Guardia Civil ha desarrollado, durante los últimos meses, una operación que ha permitido recuperar seis estelas funerarias «de gran valor» pertenecientes al Patrimonio Arqueológico Nacional y que se podrían haber sido expoliadas en Gipuzkoa, Burgos, Soria y Guadalajara. Siete personas han sido identificadas en esta investigación, cinco de ellas vascas.
Según ha informado la Dirección General de la Guardia Civil, este grupo ha venido desarrollando desde el pasado mes de octubre esta investigación relacionada con la comercialización ilegal de bienes muebles pertenecientes al Patrimonio Arqueológico, a la que se ha denominado ‘Operación Hilarriak’.
En mayo de 2016, se recibió una denuncia por la sustracción de una réplica de una estela funeraria perteneciente al conjunto funerario de Argiñeta en la localidad vizcaína de Elorrio, considerado como «uno de los monumentos más importantes del País Vasco», ha recordado.
A raíz de esa denuncia, se inició una investigación para intentar localizar la réplica sustraída, en la que se detectaron siete estelas discoideas, que se encontraban a la venta en distintos portales de Internet, una tienda de antigüedades de Bilbao, así como una conocida casa de subastas de la misma localidad, aunque ninguna coincidía con la copia sustraída.
Desde la Dirección de la Guardia Civil han explicado que, «al no existir ningún inventario unificado que recoja las numerosas estelas que componen el Patrimonio Arqueológico Español, no se pudo discernir cuál era la procedencia de esas siete figuras arqueológicas, motivo por el cual, en los primeros estadios de la investigación, se solicitaron informes a distintos organismos oficiales relacionados con el patrimonio y la arqueología».
De los informes emitidos por los distintos organismos municipales, forales y gubernativos, se llegó a la conclusión de que las lápidas funerarias estaban consideradas bienes arqueológicos y por tanto sometidas a la Ley Patrimonial en su área arqueológica, «siendo las mismas de dominio público».
Por ello, bajo la dirección de la Sección de Medio Ambiente de la Fiscalía Provincial de Bizkaia, se realizaron diversas inspecciones en los lugares donde se ubicaban las estelas identificadas.
SIETE IDENTIFICADOS
El resultado final fue la aprehensión y recuperación de seis estelas funerarias «de gran valor arqueológico» y, con ello, la atribución a tres vizcaínos, un guipuzcoano, un alavés, un cántabro y un madrileño de sendos delitos de receptación de bienes pertenecientes al Patrimonio Arqueológico Vasco.
Las piezas fueron depositadas temporalmente en el Museo de San Telmo en San Sebastián para su estudio y valoración, así como adecuar su conservación.
De los primeros informes de las autoridades competentes, entre ellas Departamento de Cultura y Política Lingüística de la Dirección de Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco, así como de las declaraciones de las personas investigadas, se tuvo conocimiento de que las estelas funerarias podrían ser originarias de las provincias de Gipuzkoa, Burgos, Guadalajara y Soria.