Cada día estamos más cerca de una extinción masiva

Según un científico australiano, ya hemos entrado en el inicio de una gran extinción masiva. Andrew Glikson es un paleoclimatólogo que lleva varios años estudiando los efectos nocivos de la actividad humana sobre el medioambiente. Basándose en los registros de la materia orgánica de varias épocas y el carbono contenido en los fósiles, ha traído una serie de resultados que se han publicado en la revista ‘The Conversation’.

Se sabe que a lo largo de la historia de la Tierra se han producido calentamientos globales extremos que han provocado la extinción de muchas especies. Pero estas extinciones se producían a causa de efectos naturales como la actividad de algunos volcanes o la colisión de algún asteroide, pero jamás habían estado provocadas por la actividad de la especie humana. 

Actualmente los niveles de dióxido de carbono registrados no se encuentran todavía en los niveles que en el pasado precedieron a un fenómeno de extinción. El científico recuerda que muchas especies animales pueden  adaptarse a los cambios cuando estos se producen a un ritmo lento. Sin embargo, la velocidad a la que está cambiando el clima a causa de los gases de efecto invernadero liberados masivamente, impiden que se desarrolle la capacidad adaptativa de muchos seres vivos. 

DEL ANTROPOCENO AL PLUTOCENO, UNA ERA HOSTIL PARA LA VIDA

Según los registros analizados por Andrew Glikson, antes de la era industrial, el dióxido de carbono en la atmósfera se contabilizaba alrededor de 300 partes por millón, lo que quiere decir que en la atmósfera había una proporción de 300 moléculas de dióxido de carbono por cada millón de gas. Actualmente la cifra es 414,1 partes por millón. El científico está convencido de que el exterminio ya ha se ha iniciado. De hecho la ONU informa de que se estima que el 25% de aves y el 47% de los mamíferos terrestres se han visto obligados a cambiar su distribución sobre el planeta, debido a los cambios climáticos que convierten algunas zonas del planeta en lugares inhabitables. Por ejemplo, los trópicos se están expandiendo hacia los polos a más de 100 kilómetros cada década. 

Glikson también ha hablado de una nueva era geológica: el Plutoceno. Esta seguiría a la actual, el antropoceno, motivada por la actividad nuclear y los niveles de radioactividad. Las condiciones del Plutoceno serían realmente hostiles y extremas para la vida, con una temperatura media que aumentaría hasta cuatro grados y el nivel de las aguas por encima de 30 metros del nivel actual. Pero el científico también deja un pequeño espacio al optimismo y afirma que, la que ya se conoce como sexta extinción en masa, podría evitarse y revertirse, pero para ello es fundamental y urgente una reducción drástica de las emisiones y un cambio de hábitos por parte de la humanidad.