Natalia Peiro (Cáritas): «Tenemos que poner las luces largas porque la recuperación va a ser lenta»

La secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro, ha asegurado que hay que «poner las luces largas» ante la crisis del coronavirus COVID-19 porque va a tener «consecuencias económicas muy grandes» en la población española y porque la recuperación, sobre todo, para las personas más vulnerables, va a ser «mucho más lenta».

«Tenemos que poner las luces largas porque ahora es una emergencia pero las consecuencias económicas para muchos van ser muy grandes y para los vulnerables la recuperación va a ser mucho más lenta», ha explicado Natalia Peiro, en declaraciones telefónicas a Europa Press.

Peiro ha detallado que Cáritas Española, la labor social de la Iglesia en España, ha puesto a disposición de las Cáritas diocesanas un millón de euros para hacer frente al impacto del COVID-19 y además, con la campaña que lanzaron hace apenas una semana y media, ‘Cada gesto cuenta’, ya han recaudado unos 900.000 euros que irán destinados a todos los proyectos en marcha, a la compra de materiales de protección –aunque han tenido también alguna donación de empresas– o para transferir dinero a las familias para alimentación.

Desde que se decretó el Estado de Alarma, Peiro reconoce que han «aumentado muchísimo la actividad» y han tenido que adaptarse a las necesidades que van surgiendo. Así, si normalmente la labor social de la Iglesia en España atiende a un millón y medio de personas cada año, ahora, a todas ellas se suman «muchas personas nuevas que no estaban en la órbita de Cáritas y que como consecuencia de la crisis han empezado a llegar».

Las principales actuaciones ahora son, según precisa Peiro, «la atención a las necesidades básicas» en el caso de personas que no perciben ni un euro porque no pueden salir a trabajar, y «el apoyo psicosocial y acompañamiento telefónico a personas mayores solas». A esto se suma la atención de las necesidades en asentamientos de Huelva, Almería o Tenerife donde tienen que llevar «agua potable» porque no disponen de ella en sus viviendas, una carencia que para Peiro es «incomprensible en el siglo XXI».

La secretaria general de Cáritas también explica que han tenido que reforzar su actividad en las residencias de ancianos y buscar recursos alternativos de vivienda para personas sin hogar. Así, los centros de día de Cáritas a los que estas personas sin hogar iban a comer, ducharse, lavar la ropa o hablar con el trabajador social, se han convertido en centros de estancia permanente para estas personas. «Antes estaban abiertos 8 horas y ahora 24 horas», precisa.

PRECINTADOS SUS CONTENEDORES DE RECOGIDA DE ROPA

Cáritas también ha tenido que suspender, como consecuencia del Estado de Alarma, dos proyectos, en primer lugar, uno de formación y apoyo escolar con niños, y en segundo lugar, su proyecto de recogida de ropa usada y sus tiendas ‘Moda-re’. En este sentido, Natalia Peiro ha indicado que han tenido que «precintar los contenedores» porque se estaba dejando en ellos material no reciclable. «Habíamos empezado a ver con gran susto que dejaban batas y mascarillas, cuando todo eso hay que incinerarlo», ha explicado.

En cuanto al número de voluntarios, ha señalado que aunque algunas personas se han incorporado a un voluntariado de «buena vecindad», por otro lado, todos aquellos con más de 65 años, que son bastantes, porque muchos entran en Cáritas al jubilarse, tienen que quedarse en casa al ser grupo de riesgo. Por ello, ha comentado que en algunos proyectos hay trabajadores y voluntarios «doblando turno» y, en concreto, en las residencias de mayores «están sufriendo un estrés muy grande» porque algunos han empezado a experimentar síntomas o se han tenido que quedar en cuarentena y es muy difícil encontrar voluntarios nuevos porque son «focos de riesgo muy grande» y «la gente tiene miedo».

Desde Cáritas valoran «muchísimo» las medidas que se han adoptado desde el Gobierno para no dejar atrás a los más vulnerables pero consideran que «faltan más», no solo a nivel económico, sino también, por ejemplo, «la extensión de los permisos de residencia para migrantes en situación irregular, la extensión del periodo de tutela para los chicos que cumplan 18 años o el ingreso mínimo».

En concreto, la organización lleva tiempo pidiendo unos ingresos mínimos para las personas que no reciben ningún tipo de ingreso que sean «compatibles con el empleo», de forma que si a la persona que lo percibe le sale un trabajo por una semana o unos meses, no se le corte la ayuda. «Hemos mandado a la Secretaría de Estado de Servicios Sociales algún documento para apoyarles en esta reflexión», ha puntualizado Peiro.

Así, Cáritas quiere que esta ayuda se dirija a esas 1,8 millones de personas que acumulan una gran cantidad de dificultades graves, a las que denominan «sociedad expulsada», pero también muestran su preocupación por esos otros 6 millones de personas que viven al día con trabajos temporales o parciales que están «al filo de la navaja» y que pueden ver tambalear su vida si pierden el empleo o tienen una situación sobrevenida como la crisis actual. Por ello, Peiro ha asegurado que van a estar sobre «la pista» para ver si las medidas adoptadas por el Ejecutivo ante el coronavirus son efectivas.

DIFÍCIL INTERLOCUCIÓN CON LAS ADMINISTRACIONES

Hasta el momento, sobre la gestión de la crisis por parte del Gobierno, la secretaria general de Cáritas identifica medidas buenas y malas. Entre las segundas, critica la «muy mala gestión de los materiales de protección» o la «difícil interlocución y coordinación» ya que asegura que esta solo se ha producido cuando ha sido a petición de las administraciones públicas pero no al revés, es decir, cuando las Cáritas han solicitado dicha interlocución.

También lamenta que el grupo de los niños que no tienen los medios telemáticos para seguir con sus clases desde casa ha quedado «invisible». «Todos los niños tienen derecho a la educación gratuita y universal y en estos momentos no se está dando«, ha denunciado, al tiempo que también ha criticado la gestión de la comunicación con respecto a los protocolos sanitarios que discriminan a mayores de 80 años o personas con discapacidad, algo que a Peiro le parece «desastroso».

En este sentido, ha recordado que «gracias a las personas mayores» España tiene «el Estado de Bienestar que tiene» y además, considera «muy doloroso que no se garantice el derecho al cariño» en un momento en el que muchos mayores están solos y algunos ni siquiera tienen acceso a los medios telemáticos para poder mantenerse en contacto con sus familiares. Finalmente, Peiro ha pedido no olvidarse durante esta crisis de «cuidar la salud social y espiritual».