Jon Iñarritu no descansa ni en pleno confinamiento. El diputado estatal de Euskal Herria Bildu conjuga los plenos del Congreso con una agenda política en la que hace un hueco para atender durante unos minutos a MONCLOA.com:
Cuba anda ofreciendo ayuda sanitaria y el Gobierno español está haciendo oídos sordos. ¿Es una broma, no?
Por la información que se ha publicado, parece que es así. Lo que de ser cierto, sería un auténtico sinsentido. Hay que tener en cuenta que Italia y Francia han aceptado dicha ayuda. En un momento de emergencia sanitaria y algunas Comunidades Autónomas con sus servicios sanitarios colapsados no lo entendemos. Nosotros hemos presentado una interpelación al Gobierno para preguntar por este asunto.
Dice Pablo Echenique que ahora «no toca» investigar los escándalos de la monarquía. ¿Por qué se llaman republicanos cuando quieren decir pragmáticos?
Diferenciaría dos planos. Por un lado, hay que poner en valor que Unidas Podemos ha apoyado siempre que se investiguen estos escándalos de la Monarquía cuando se han presentado solicitudes en la Mesa del Congreso.
Por otro lado, creo que es un error decir que ‘ahora no toca’. Si tenemos en cuenta que la Casa Real ha aprovechado la crisis sanitaria para escamotear el escándalo y que hay una operación de Estado para blanquear las ‘corruptelas reales’, creo que sí es momento para denunciarlo y pedir que se investigue. Eso no significa que la prioridad actual sea superar esta pandemia cuanto antes, pero eso no es óbice para denunciar eso graves hechos y pedir transparencia.
¿Cree que el Estado español está utilizando medidas recentralizadoras que luego no se van a revertir?
En primer lugar, no compartimos y denunciamos la instauración del Estado de Alarma en su forma más centralista y militarizada. En segundo lugar,teniendo en cuenta que la invasión competencial, el proceso de transferencias y la recentralización es una constante en las últimas décadas y que esta crisis sanitaria genera cierta ‘doctrina del Shock’, el riesgo está ahí. Estaremos atentos y seguiremos denunciando el rodillo recentralizador con el argumento y la excusa de la crisis.
¿Las recetas austericidas son cosa del pasado o del futuro?
Sorprende en estos momentos ver a los portavoces de la derecha pidiendo más medios para la sanidad, cuando fueron ellos los mayores responsables de la privatización y los mayores recortadores de fondos para la sanidad pública. Ahora la pregunta que debe responder el Gobierno es si va a ser la ciudadanía quien acabe pagando esta ruina, como ocurrió en la anterior crisis económica iniciada en 2008.
¿Dónde queda la intimidad en estos tiempos digitales?
Buena pregunta. Creo que nadie se sorprenderá si afirmo que se legisla un paso por detrás a la utilización e incluso venta de nuestros datos. No tengo duda alguna de que se conculcan derechos básicos mediante el control por parte de empresas o Gobiernos de nuestra huella digital. Es una asignatura pendiente.
¿Lo de Zaldibar ayudará a enterrar el mito del buen gestor asociado al PNV?
Es obvio que la gestión de desafíos, como el accidente de Zaldibar o la actual crisis sanitaria, han dejado en evidencia que el Gobierno vasco, liderado por el PNV, no estaba no solamente preparado sino que además ha quedado paralizado y no ha sabido cómo actuar a tiempo. Dos meses después hay dos trabajadores desaparecidos, dos familias destrozadas y una serie de irregularidades sobre ese vertedero que quedan por resolver.
La OMS y el Consejo de Europa recomiendan reducir población penitenciaria y España no actúa. ¿Es el Estado europeo solo cuando le conviene?
La OMS, el Consejo de Europa, la ONU y decenas de organizaciones del Estado han solicitado alternativas al encarcelamiento y excarcelar al mayor número de presos posibles. Varios Estados lo han hecho de manera generalizada, España hasta el momento no. Ello choca cuando se presenta como gobierno progresista. Es esperable algo diferente de un gobierno progresista, pero claro España es uno de los dos únicos Estado de la UE en el que Instituciones Penitenciarias depende del Ministerio de Interior y no del de Justicia. Por lo que se ve que eso imprime carácter.
Usted ha sido un senador molesto para el PP y es un diputado que logra soliviantar a Vox. ¿Cómo le mira la derecha por el pasillo del Congreso?
Bueno, hay de todo. Para ser sincero, varía mucho el trato entre lo que se dice en el Hemiciclo a lo que sucede fuera. El trato suele ser cordial y educado con todo el mundo. Respecto a la ultraderecha, no tengo ningún trato, ni dentro ni fuera del Hemiciclo, por lo que no lo sé.
Perdóneme la impertinencia: ¿cómo justifica ante la almohada ser de izquierdas y nacionalista?
No lo sé, nunca me he definido, ni sentido nacionalista: me defino como un vasco de izquierdas e independentista. Por otro lado, el nacionalismo de izquierdas es una corriente ideológica ampliamente extendida por el mundo entre Estados y entre Naciones sin Estado. No hay más que darse una vuelta por América del Sur, Europa o Asia.
Otro debate es a que el término nacionalismo está claramente denostado ya que se vincula en muchos casos a los movimientos totalitarios de extrema derecha del siglo XX. Ahora bien, esa simplificación no aguanta un mínimo análisis riguroso de sinfín de ejemplos tanto del presente como del pasado de partidos y gobiernos que pueden ser definidos como de ‘nacionalistas de izquierda’.
La última y nos vamos: en el nacimiento de EH Bildu los de Aralar se creyeron eso del ‘todos a una’ y Sortu se quedó con el juguete a pesar de que copiaron su estrategia pacifista tras insultarles. ¿No cree que había vida en la izquierda vasca sin tener que tragar con ciertos carros de molino o piensa que EH Bildu es el invento idóneo?
No comparto ese análisis. Creo que en esta década se ha demostrado que EH Bildu es el instrumento válido para la izquierda independentista en Euskal Herria. Tenemos vocación de gobernar y estoy convencido que con el apoyo de la sociedad lo haremos más pronto que tarde.