Investigadores del Real Hospital de Mujeres de Melbourne, la Universidad de Monash y el Hospital Alfred de Melbourne (Australia) han logrado un gran avance mundial en la división de los ventiladores. Por primera vez, estos investigadores probaron, en un entorno simulado, la posibilidad de ventilar dos pulmones de diferentes pacientes desde un solo ventilador utilizando solo equipo hospitalario común.
Si bien los autores no aprueban la práctica de la división del respirador y afirman que los resultados deben interpretarse y aplicarse con cautela, los experimentos demuestran la esperanza de ventilar simultáneamente dos pulmones de diferentes personas utilizando solo equipo hospitalario estándar, así como modificar la presión, el flujo y el volumen de aire de cada pulmón, en caso de emergencias extremas.
«Si bien la separación de los respiradores tiene, a primera vista, validez para abordar la escasez de respiradores, estamos de acuerdo en que, si se reflexiona con seriedad, es una solución que debe sopesarse con cuidado, ya que puede causar más daño que bien», indican los investigadores en su artículo en la revista ‘Anaesthesia’.
La pandemia de Covid-19 ha llevado a una escasez mundial de ventiladores. Las partes más afectadas del mundo ya están experimentando una grave escasez de ventiladores, que se necesitan desesperadamente para tratar los pulmones defectuosos de los pacientes gravemente enfermos.
El principio básico de la división del respirador es simple: dos o más pacientes están conectados a un respirador y ambos están expuestos a la misma dinámica de circuitos. Esto presenta muchos desafíos, entre ellos la sincronicidad entre el ventilador y el paciente: los requisitos de ventilación son diferentes para un hombre de 100 kg y una mujer de 50 kg, la infección cruzada por el intercambio de gases entre pacientes, la concentración de oxígeno y la falta de supervisión del volumen corriente, el flujo y la presión individuales. El suministro de aire presurizado irregularmente puede matar a los pacientes.
Para contrarrestar esto, los investigadores conectaron un aparato de restricción de flujo, que consistía en una pinza Hoffman y un tubo traqueal, al miembro inspiratorio del ventilador a los pulmones de prueba de alta conformidad. El circuito de respiración corría desde el humidificador hasta un divisor de conectores en ‘Y’ del hospital. Desde el divisor, se crearon dos miembros idénticos, simulando la ventilación de dos pares de pulmones del paciente. La resistencia se modificó para alcanzar volúmenes finales de 500 ml +- 20 ml.
«Aunque el descubrimiento es prometedor, el uso de este método en el contexto clínico no ha sido validado y no recomendamos su uso más amplio sin más ensayos. Tenemos la esperanza de que algún día podamos tener una gran seguridad con este enfoque de la división del ventilador para poder ayudar a salvar vidas en casos de emergencia», concluyen los científicos.