Los alumnos asturianos terminarán el curso 2019/2020 el 23 de junio, como inicialmente estaba previsto, y serán evaluados de acuerdo con los contenidos impartidos en la primera y en la segunda evaluación, mientras que las actividades realizadas durante la tercera de manera telemática se tendrán en cuenta en positivo para mejorar la calificación final. Del mismo modo, los contenidos pendientes se integrarán dentro del curso 2020/2011.
Por otro lado, los alumnos dispondrán al finalizar el presente curso de una nota final –que considerará el conjunto de todo el curso– junto a la novedad de un informe con las competencias adquiridas, aunque la repetición de curso será, con carácter general, una excepción sujeta al criterio final de los equipos docentes. Así, el informe podrá incluir la información precisa de qué aspecto se deben recuperar.
Así lo ha anunciado la consejera de Educación asturiana, la socialista Carmen Suárez, en una rueda de prensa telemática posterior a la Conferencia Sectorial de Educación, presidida por la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, y en la que han participado los responsables de este ámbito de las diecisiete comunidades, así como el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana.
En ese sentido, las comunidades autónomas han acordado comenzar a trabajar en la preparación del próximo curso 2020/2021 –que tendrá una matriculación de manera telemática—, que precisará que los currículos y la programación didáctica se modifiquen para incluir o reforzar los contenidos pendientes de este último trimestre, según ha explicado Suárez.
Todas las decisiones educativas dependerán de criterios sanitarios, aunque desde Asturias se apuesta por una EBAU presencial que podría llegar a retrasarse al 10 de septiembre y donde se adaptarán las pruebas a la situación «excepcional» que ha vivido el alumnado.
Sobre la brecha digital a la que se enfrentan muchos alumnos, Suárez ha cifrado en un 5% la cifra de los desconectados -por falta de dispositivos electrónicos o de acceso a internet-. En total, serían unos 6.000 de los 150.000 alumnos del sistema educativo asturiano. Desde el Principado han insistido en que en «próximos días» van a intentar reducir ese porcentaje dotando de equipos y conexiones a parte de ese alumnado.
Por otro lado, la consejera ha anunciado que están estudiando la posibilidad de abrir los centros en verano para actividades lúdicas y así paliar la desconexión de muchos escolares durante el confinamiento, aunque se trata de una cuestión que todavía está pendiente de estudio para poder articularse.
Por último, la consejera se ha mostrado partidaria de constituir un grupo de trabajo para analizar la experiencia de estas semanas, así como de crear itinerarios para favorecer la transición a una escuela digital que permita optimizar las condiciones ante circunstancias similares a la generada por la crisis sanitaria del coronavirus.