jueves, 12 diciembre 2024

El 46% de la población española sufre algún tipo de cefalea

El 46 por ciento de la población española sufre algún tipo de cefalea, hasta el 50 por ciento lo ha padecido en el último año y el 90 por ciento lo ha sufrido alguna vez en su vida, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) publicados con motivo de la celebración, este domingo, del Día Nacional de la Cefalea.

«Cuando el dolor de cabeza es un síntoma de otra enfermedad se denomina cefalea secundaria. Por el contrario, en la cefalea primaria el dolor es el único o principal síntoma. Las cefaleas primarias son las más frecuentes en la población general y, dentro de éstas, la migraña, la cefalea tipo tensión y la cefalea en racimos son las más comunes«, ha explicado la coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, Sonia Santos.

Otros tipos de cefalea primaria, como la cefalea por compresión externa, por estímulos fríos, por abuso de medicación, de la tos, por ejercicio físico o asociada a la actividad sexual, también son bastante habituales.

En concreto, las cefaleas primarias suponen el 90 por ciento del total, las cuales se caracterizan por el dolor (eléctrico, opresivo, pulsátil, explosivo), su localización (unilateral, bilateral, periocular, cervical) y otro tipo de síntomas asociados (como la presencia de aura, náuseas, vómitos, vértigo o lagrimeo).

«Cuando hablamos de cefaleas, ningún paciente es igual a otro y no todos responden de la misma forma a los tratamientos disponibles. Por lo tanto, para poder llegar a controlar la enfermedad es imprescindible acudir a un especialista y darle información precisa sobre el tipo de dolor, dónde se localiza y si se acompaña de otros síntomas», ha comentado la doctora Santos.

Pero, apostilla, a pesar de que la cefalea es uno de los principales motivos de consulta en atención primaria y supone el 25 por ciento de las consultas a los servicios de Neurología, aún existen «muchos casos sin diagnosticar y sin tratar».

ELEVADO INFRADIAGNÓSTICO

Uno de los principales problemas es el elevado porcentaje de pacientes que no consultan por su dolor de cabeza y se automedican con fármacos de libre dispensación, sin el consiguiente control médico. El tratamiento inadecuado de los ataques es uno de los principales factores de riesgo de cronificación del dolor, además de ser el causante de otro tipo de cefalea, la denominada cefalea por abuso de medicación.

Según datos de la SEN, en España entre un 1 y un 2 por ciento de la población sufre cefalea por abuso de medicación. Pero, además, un 5 por ciento de la población sufre cefalea de forma crónica, es decir experimenta dolor de cabeza más de 15 días al mes (aunque en muchos casos llega a ser diario) y de ellos, la mitad sufren migraña crónica.

La cefalea crónica diaria en España representa el 27 por ciento de las visitas sanitarias y un 6 por ciento de las visitas a la consulta de Neurología. La mayor parte son pacientes con migraña crónica, que suponen un 5 por ciento de las consultas totales en Neurología y entre el 11-20 por ciento de las consultas por cefalea. Un 40 por ciento de los pacientes atendidos sufren cefalea por abuso de medicación.

«Cuando un paciente con cefalea crónica llega a la consulta de Neurología por primera vez, en un alto porcentaje, observamos que no han sido diagnosticados ni tratados correctamente. Solo con un diagnóstico y seguimiento adecuados se podrá establecer cuál es la mejor opción terapéutica para el paciente, con el objetivo de mejorar su calidad de vida, y reducir su discapacidad tanto por la frecuencia de las crisis como por su intensidad», ha apostillado la doctora Santos.

Las crisis de dolor, especialmente en la migraña, producen una importante limitación en la actividad del que las sufre obligando a reducirla en más del 50 por ciento de las ocasiones y precisando reposo en cama hasta en 20-30 por ciento de los casos. La migraña también interfiere en las relaciones familiares y en el ocio, e incluso podrían determinar limitaciones en la educación o en el desarrollo profesional por su inicio precoz, muchas veces en la infancia o adolescencia.