miércoles, 11 diciembre 2024

Celaá, dispuesta a incorporar a su reforma propuestas para «intensificar» la enseñanza digital

La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, se muestra dispuesta a incorporar a su reforma educativa, que se encuentra ya en trámite parlamentario, propuestas para «intensificar» la enseñanza digital y a distancia a la que se han visto abocados los docentes y estudiantes españoles por la pandemia del coronavirus.

En una entrevista a Europa Press, Celaá admite que la situación que ha provocado la suspensión de las clases presenciales puede tener traslado a su proyecto de ley, que pretende derogar la vigente Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), aprobada en 2013 durante el gobierno de Mariano Rajoy, del Partido Popular.

«Naturalmente tendremos enseñanzas que podemos incorporar. No vamos a desaprovechar la tramitación parlamentaria para incorporar cosas interesantes», asegura Celaá. Su proyecto de reforma educativa, la Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) fue aprobada por segunda vez en Consejo de Ministros el pasado 3 de marzo, una semana antes del decreto del Estado de Alarma.

El proyecto llevaba un año esperando una nueva oportunidad después de que ya fuera aprobada en Consejo de Ministros el 15 de febrero de 2019, el mismo día que se produjo el adelanto electoral, lo que truncó su tramitación parlamentaria. A pesar de estos antecedentes, Celaá rechaza que su reforma educativa esté gafada.

«En absoluto», responde antes de destacar que la reforma «proyecta que la modalidad presencial tenga en paralelo, en espejo, una modalidad a distancia totalmente desarrollada». En opinión de Celaá, «la escuela es insustituible», pero el proyecto impulsado por su Ministerio «conlleva como principio rector la digitalización» de la educación.

En concreto, el anteproyecto establece en su exposición de motivos «la necesidad de tener en cuenta el cambio digital que se está produciendo en nuestras sociedades», mientras en el articulado se propone el impulso de herramientas y entornos virtuales de aprendizaje. También de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el aula como «medio didáctico apropiado y valioso para llevar a cabo las tareas de enseñanza y aprendizaje.

Además, Celaá racalca que la reforma, conocida como ‘ley Celaá’, apuesta por la «personalización» de la educación «que se ha hecho absolutamente necesaria en estos momentos», apostilla. «Tenemos que llevar a cada alumno a una enseñanza muy adecuada a sus condiciones personales y ambientales, y tenemos que trabajar mucho con esto», expone.

La ministra tampoco descarta y, de hecho, considera que es una cuestión a reflexionar, la necesidad de incorporar al texto de la ley medidas de distanciamiento social en las aulas, como por ejemplo, una distancia mínima entre pupitres, tras la experiencia de la pandemia. «No lo hemos pensado porque pensamos que este estado de emergencia es conyuntural, pero no es en absoluto una cuestión que haya de quedar fuera de lugar. Habrá de ser también reflexionada», ha señalado.

MEDIDAS DE LA ‘LEY CELAÁ’

Entre otras medidas, la ‘ley Celaá’ elimina los dos artículos de la LOMCE que convertían la asignatura de Religión en una «materia específica» de los dos cursos de Bachillerato, y suprime también el artículo que permitía que Religión computara para la nota media del alumno.

También incorpora la nueva asignatura ‘Educación en Valores Cívicos y Éticos’ en 5º o 6º de Primaria, así como en 1º, 2º o 3º de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y recoge la posibilidad de titular Bachillerato con una asignatura suspensa. La reforma también elimina la «demanda social» como criterio para la planificación escolar.

Un día después de su aprobación en el Consejo de Ministros, el pasado 4 de marzo, Celaá anunció que el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos presentaría enmiendas pactadas a su proyecto de reforma educativa durante la tramitación parlamentaria.