Investigadores de la Universidad de Basilea (Suiza) y sus colegas de la Universidad de Tsukuba (Japón) han realizado un análisis a gran escala de la literatura científica acerca de qué tipo de ejercicio y entrenamiento es más efectivo para mantener la mente en plena forma.
En su trabajo, publicado en la revista ‘Nature Human Behaviour’, el grupo de investigación evaluó 80 estudios individuales para identificar algunas características clave. El entrenamiento de resistencia, el entrenamiento de fuerza o una mezcla de estos componentes parecen mejorar el rendimiento cognitivo.
Sin embargo, los deportes coordinados que requieren patrones de movimiento complejos y la interacción con los compañeros de juego son significativamente más efectivos. Coordinar durante un deporte parece ser incluso más importante que el volumen total de la actividad deportiva», explican.
Al igual que la condición física, el rendimiento cognitivo cambia a lo largo de la vida. Hay un gran potencial de mejora durante la infancia (fase de desarrollo cognitivo) y durante la vejez (fase de degradación cognitiva). Sin embargo, esta investigación no pudo encontrar un indicador de los diferentes niveles de eficacia de las actividades deportivas en los distintos grupos de edad.
Además, las actividades deportivas desde la edad de la escuela primaria hasta una edad más avanzada no tienen por qué ser fundamentalmente diferentes para mejorar el rendimiento cognitivo. Así pues, se pueden combinar diferentes grupos de edad para lograr un objetivo común durante la práctica de los deportes. «Esto ya se está implementando de forma selectiva con programas de ejercicios conjuntos para niños y sus abuelos», detallan.
El mismo volumen de actividad deportiva tiene un efecto diferente en la aptitud física de hombres y mujeres. Sin embargo, el grupo de investigación ha sido capaz de verificar esto en cuanto a la aptitud mental. Por consiguiente, los hombres se benefician más de la actividad deportiva.
Las diferencias entre los sexos son particularmente evidentes en la intensidad del movimiento, pero no en el tipo de deporte. Un entrenamiento duro parece valer especialmente la pena para los niños y los hombres. Junto con un aumento gradual de la intensidad, esto conduce a una mejora significativamente mayor del rendimiento cognitivo en un período de tiempo más largo.
Por el contrario, el efecto positivo en las mujeres y las niñas desaparece si la intensidad se aumenta demasiado rápido. Los resultados de la investigación sugieren que deberían elegir actividades deportivas de intensidad baja a media si quieren aumentar su aptitud cognitiva.