Iglesias eleva la presión a Sánchez para poner coto a la libertad de información

  • Iglesias quiere que el Gobierno tenga capacidad de intervenir las cuentas de quienes difundan bulos.
  • Iglesias ya dijo hace años que le gustaría dirigir un medio de comunicación público.
  • Echenique asegura que las palabras del jefe del Estado Mayor sobre que persiguen bulos contra el Gobierno están malinterpretadas.
  • Lo dijo cuando era entonces un joven activista con pretensiones mucho menos ambiciosas que las de ahora. Uno de sus sueños era estar al mando de un medio de comunicación público. Pero ahora que está en el Gobierno, quiere que esas informaciones, sean bulos o no, que perjudican gravemente al Ejecutivo del que forma parte pasen por un filtro. Una especie de colador que asegure que la información sea veraz y real que al final no es otra cosa que un arma de doble filo que atenta también contra la libertad de información. Ya lo dijo el pasado domingo el jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil: tienen órdenes para perseguir los bulos que perjudican al Gobierno. Y aunque le han desautorizado desde arriba, los sectores más duros de Podemos presionan a Sánchez para dar una vuelta de tuerca y poner coto a todo lo que se publique.

    La idea de Podemos es que se controle esa información tan dañina para la sociedad durante el estado de alarma y mientras se mantenga la crisis del coronavirus. Pero que se ponga coto a la información y a lo que se publica es una reivindicación primaria y clásica en Podemos. Los primeros en denunciar supuestas informaciones falsas durante el estado de alarma han sido los dirigentes y miembros de la formación morada. Ya han presentado hasta dos denuncias por haber publicado bulos que han perjudicado al Gobierno. Y su intención es avanzar en materia de combatir las noticias falsas.

    Primero fueron denuncias, luego alguna que otra reivindicación pública y acusación directa a la extrema derecha, después la implicación del Ministerio de Justicia y ahora las palabras del jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil. Desde que empezó el estado de alarma, Podemos ha apretado, y mucho, para que se persiga las noticias falsas. Pero ahora la presión se dirige directamente a Sánchez para que imponga un filtro estatal que permita libertad de acción para intervenir los medios o las cuentas de las redes que contribuyen a difundir lo que ellos consideren bulos.

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    «El bulo de hoy es que la Guardia Civil persigue las opiniones contrarias al Gobierno. Como en Cubazuela del Norte. Un delirio que ha llevado a observar algo curioso: a la ultraderecha difundiendo bulos contra la Guardia Civil. Definitivamente, se les ha ido la cosa de las manos», aseguró el miembro de Podemos Pablo Echenique.

    Las ideas de Podemos pasan por intervenir en Twitter, Facebook y cualquier red social que contribuya a esa difusión, así como a los medios de comunicación que ellos consideren sospechosos de haber difundido bulos. «O Twitter pone freno a la tarea tramposa de la extrema derecha o esa red se va del todo a la mierda. Las redes sociales no pueden ser un instrumento del golpismo. La información es un bien público», comentó el exdirigente y cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero.

    Hasta el momento, las redes sociales se valen de dos verificadores independientes (Maldita.es y Newtral) para detectar qué noticias son falsas y cuáles verdaderas. Si el verificador de la periodista Ana Pastor considera que una noticia es un bulo, la red social lo asume directamente y pone una cortina sobre el post en el que advierte de que es presuntamente falsa, aunque este proceso ya ha llevado a algún que otro malentendido por haber marcado como bulos noticias de periódicos más que respetables como Voz Pópuli.

    Esa capacidad de verificación que tiene Ana Pastor es la que le gustaría tener a Iglesias desde el Gobierno. Eso, sumado a la capacidad de poder imponer sanciones a quien se dedique a publicar noticias que el Ejecutivo considere que son falsas o que no predican con la realidad. Una pretensión que muchos en la oposición y en algunos medios consideran peligrosa porque es poner la primera piedra en la construcción de un Estado autoritario que limite la libertad de información.

    Iglesias ha conseguido asociar a la difusión de bulos con un enemigo político: la extrema derecha. Ha simplificado el mensaje hasta tal punto que cualquier medio o usuario en las redes sociales que se haga eco de un bulo se supone que es de extrema derecha y que trabaja de forma velada para Vox.