Al margen de las actuaciones del Gobierno en la lucha contra el Covid-19 que despiertan la misma adoración por unos que animadversión por otros, en lo que todo el mundo está de acuerdo en que la sociedad civil está a la altura de las circunstancias. Al margen de algunos casos puntuales de hechos negligentes, la mayoría de la sociedad está mostrando su madurez y civismo y de ella parten las iniciativas más generosas y solidarias de esta crisis.
El aplauso de las ocho
Surgió como algo espontáneo, ante la impotencia de tener que quedarnos en casa para luchar contra la pandemia. Todos sabíamos que los sanitarios luchaban en primera línea para salvar a nuestros amigos, vecinos o familiares. Se convocó, a través de las redes sociales, como todo en este siglo XXI, para un día puntual y se ha instalado en nuestras vidas como una rutina más. Hay quien apuesta a que sobrevivirá a la propia cuarentena. Al esfuerzo de los sanitarios se ha ido uniendo también el de las fuerzas de seguridad y de todos aquellos que dan su vida para salvar la de los demás.
