jueves, 12 diciembre 2024

Cuixart critica que el Estado utiliza «herramientas del siglo XIX» contra el coronavirus

El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha alabado este miércoles el esfuerzo colectivo de la sociedad civil para combatir la crisis del Covid-19 «ante un Estado que continúa utilizando herramientas propias del siglo XIX».

En una carta dirigida a los más de 180.000 socios de Òmnium, Cuixart ha asegurado que «un país no se levanta con borbones ni músicas militares, sino con el compromiso de la sociedad civil» contra la gestión del Gobierno.

«Hay quien se erige en una potestad divina para decidir nuestro futuro y pretende que nos abandonemos a su suerte. Y ahora, más que nunca, nos tocará levantar esta nación sin dejarnos nadie por el camino», ha destacado.

A pocas horas para Sant Jordi, y en el día de su cumpleaños, Cuixart ha emplazado a la ciudadanía «a salvar las letras» y les ha invitado a regalar libros a través del proyecto ‘Llibreries Obertes’, porque considera que este Sant Jordi será excepcional y se debe fortalecer la libertad.

«Regalar un libro no había sido nunca tan importante. Cada libro que compramos es un gesto de fraternidad y sobre todo la mejor inversión para las generaciones que vendrán», ha afirmado el presidente de Òmnium, que ha sostenido que solo una sociedad crítica, valiente y transgresora garantizará un futuro equitativo.

HOMENAJE A LAS PERSONAS MAYORES

Ha recordado a todos los ciudadanos que han perdido a un ser querido por el Covid-19 y ha reconocido la labor de los profesionales que combaten la pandemia en primera línea.

Cuixart ha llamado a hacer un homenaje a las personas mayores: «Lo dieron todo por nosotros ganándose los derechos y asfaltando en las calles, y ahora nos han dejado por la puerta de atrás y en el más ensordecedor de los silencios».

El líder de la entidad ha explicado que este será su tercer cumpleaños en prisión y que lo pasará «en la fábrica», ya que puede salir a trabajar en aplicación del artículo 100.2, y volver por la noche a la cárcel de Lledoners, donde está recluido en una celda en cuarentena e incomunicado los fines de semana.