Iglesias condicionará las ayudas del Gobierno para construir una España verde

  • Iglesias penalizará a las compañías que mantengan una actividad lesiva para el medio ambiente.
  • Las ayudas y las subvenciones se reforzarán en los sectores más respetuosos con la naturaleza.
  • Las principales asociaciones ecologistas esperan que Iglesias cumpla su programa.
  • Pablo Iglesias, el vicepresidente del Gobierno que ha tomado las riendas del Ejecutivo ante un ausente presidente no dará gratis las ayudas para paliar las consecuencias de la crisis del coronavirus. El núcleo de Podemos quiere utilizar estas subvenciones y medidas para aprovechar y convertir España en un país más ecológico. El coronavirus ha hecho más en un mes por el medio ambiente que los acuerdos de París en años, e Iglesias utilizará la coyuntura para reforzar la transición ecológica, otra de las medidas estrella de su programa. Los criterios que regirán la distribución de fondos tendrán mucho en cuenta a aquellos que fomenten medidas que apoyen una transición verde.

    Habrá miles de millones y líneas de crédito disponibles, pero a quién se dará ese dinero tendrá condiciones. El Acuerdo de París no ha tenido el impacto que debería, pero el coronavirus sí, y ahora, con esta crisis, Iglesias aprovechará para dar un giro de 180 grados a la forma de entender una España verde. La distribución de fondos tendrá muy en cuenta el hecho de estimular a aquellas empresas y medidas que fomenten una transición ecológica, tal y como ha podido saber MONCLOA.COM.

    Los presupuestos ahora se centrarán en destinar la inversión pública a la conservación del medio ambiente. Iglesias pretende aprovechar la crisis para reformar la fiscalidad y blindar el dinero público que se destina a reconvertir la economía a una forma más ecológica. Otra de las intenciones del vicepresidente es presionar a la Unión Europea para que se aseguren las inversiones para descarbonización y reconversión ecológica, algo que peligra con esta nueva situación planteada con la crisis del coronavirus.

    La otra cara de la moneda son aquellas empresas que han contribuido a contaminar el medio ambiente de forma constante. Iglesias penalizará estas actividades y vetará cualquier tipo de ayuda para estas compañías siempre que pretendan mantener un sistema productivo lesivo para el medio ambiente.

    Las empresas tendrán que pasar por el aro si quieren formar parte del engranaje de recuperación y de ayudas. Iglesias reforzará, o al menos es su intención, que las grandes compañías se comprometan con un futuro ecológico y se les exigirá estrategias y planes que acompañen a la idea que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, plasmó en una de sus vicepresidencias: la transición ecológica.

    Todo esto se enmarcará dentro de la crisis del coronavirus, ya que hay muchos expertos que aseguran que la pérdida de biodiversidad, el tráfico ilegal de especies protegidas y el cambio climático han contribuido a la pandemia, por lo que Iglesias se escudará en esto para presionar a Sánchez para llevar a cabo un ambicioso plan ecologista que convierta a España en un país verde.

    La reconstrucción económica debe ir de la mano de la protección del medio ambiente y la transición ecológica, porque sin salud y sin planeta no hay economía. Tomamos buena nota de lo que escriben las principales organizaciones ecologistas de España», ha asegurado este martes el vicepresidente del Gobierno.

    Tanto Greenpeace, Ecologistas en Acción, WWF, SEO Birdlife, como Amigos de la Tierra, así como las principales asociaciones ecologistas se muestran acordes pero escépticas ante lo que hará el Gobierno cuando la pandemia pase. Consideran que la coyuntura que ha ofrecido la crisis debe ser utilizada para garantizar el cambio ecológico del planeta. Es un punto y aparte, pero si se vuelve al modo de vida que se tenía antes de que llegara la pandemia, puede que la próxima vez no haya vuelta atrás.

    Por el momento, el coronavirus ha reducido de media a la mitad los gases contaminantes. El confinamiento ha cambiado de forma radical las grandes ciudades y el aire no ha estado tan limpio en décadas.