El Consejo de Estudiantes Universitario del Estado (CEUNE) denuncia la imposición de exámenes telemáticos «desproporcionados» en muchos centros universitarios para la evaluación de este curso con medidas de vigilancia y grabación «que atentan contra la intimidad de las personas».
Este órgano estudiantil critica en un comunicado que los equipos rectorales «están trabajando de manera unilateral» en adaptar las evaluaciones a un formato a distancia, sin contar con los estudiantes, «los principales afectados» de la suspensión de la docencia presencial por la pandemia del coronavirus.
«Estamos cansados de ser meros espectadores en la toma de decisiones. El profesorado está más preocupado por habilitar mecanismos de control y vigilancia que por adecuar su docencia y evaluación a la situación actual», se quejan desde el CEUNE.
Con estas medidas, las universidades intentan evitar que los estudiantes copien o consulten los apuntes durante el examen, pero la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP), que forma parte del CEUNE, considera que es un exceso que invade la privacidad del alumnado.
Cuando te examinas de forma presencial te vigilan, pero no se te graba durante todo el examen en el aula y guardan esa grabación durante un tiempo determinado», expone la portavoz de CREUP, Laura Alcaide, a Europa Press. Esta organización rechaza también la exigencia de que los estudiantes deba realizar las pruebas en un espacio independiente de sus hogares al que no accedan terceras personas, porque en algunos casos resultará inviable.
«Hay estudiantes que viven en pisos pequeños donde no tienen la posibilidad de disponer de un cuarto vacío para ellos solos para hacer un examen, y donde no se puede garantizar que no entre alguien de la familia en algún momento», explica Laura Alcaide de CREUP.
EXÁMENES A TODA VELOCIDAD
La reducción al máximo del tiempo para completar los exámenes también tiene como objetivo evitar que los estudiantes puedan buscar las respuestas en apuntes o manuales, pero convierte las pruebas en un reto de velocidad inasumible, denuncia el CEUNE. «Se están realizando tests de 90 preguntas en periodos de 30 minutos sabiendo que no se pueden completar en el tiempo dado», asegura este órgano de estudiantes universitarios.
Como alternativa, organizaciones como CREUP piden a las universidades que potencien los exámenes orales, individualizados, o que sustituyan las pruebas por trabajos. «Un trabajo demuestra mejor que un examen que el estudiante ha adquirido las competencias de las que se evalúa y está capacitado para superar la asignatura», argumenta Alcaide, la portavoz de CREUP.
Desde CEUNE se advierte de que la evaluación telemática está fuera del alcance de muchos estudiantes que no disponen de medios tecnológicos para la realización de este tipo de pruebas. «Hay localidades que no tienen un suficiente ancho de banda para soportar las videoconferencias», aseguran en el comunicado.
CASTELLS PIDE QUE SE LES ESCUCHE
El ministro de Universidades, Manuel Castells, ha pedido en las últimas semanas que el profesorado universitario consulte a los estudiantes antes de decidir la fórmula de la evaluación de este curso alterado por la pandemia del coronavirus, aunque al mismo tiempo a apremiado a las universidades a tener preparadas alternativas a los exámenes presenciales.
En una comparecencia el pasado jueves, Castells dijo que los estudiantes «necesitan información» y también «ser oídos» ante las circunstancias excepcionales en las que siguen el curso académico desde el decreto de confinamiento.
Por ello, reclamó también a los docentes que tengan en cuenta «las condiciones psicológicas» de su alumnado. «Hay que ser muy flexible, hay que adaptarse a las condiciones que cada estudiante está teniendo», apostilló.