La Policía Nacional ha informado de una alerta de INTERPOL en la que advierte que las organizaciones delictivas están utilizando servicios de entrega de comida a domicilio para transportar drogas y otros bienes ilícitos, principalmente en los países que han decretado el confinamiento durante la pandemia del COVID-19.
Según la Policía, ha sido una primera información remitida por la División de Cooperación Internacional de este Cuerpo la que ha derivado en una notificación morada remitida a los 194 países miembros de INTERPOL, que ha recibido informes de la policía de España, Irlanda, Malasia y el Reino Unido en los que se identifican a repartidores de envíos transportando drogas como cocaína, marihuana, ketamina y éxtasis.
A principios de abril, la Policía Nacional identificó y detuvo a siete personas portando uniformes de conductores de reparto de comida en Alicante y Valencia. Sobre esta operación dieron cuenta los mandos policiales en las ruedas de prensa diarias en Moncloa del comité técnico por la crisis del coronavirus.
Los sospechosos fueron capturados entregando cocaína y marihuana en bicicleta, motocicleta y coche. Algunas de las drogas habían sido ocultadas dentro de un falso fondo de mochilas de entrega a domicilio. En Irlanda, por su parte, agentes de la Gardai recuperaron 8 kilogramos de cocaína, así como dos pistolas escondidas en cajas de pizza.
La notificación morada de INTERPOL exporta e importa conocimiento sobre modus operandi emergentes a todas las Policías del mundo, para que se adopten las medidas preventivas y reactivas contra los delincuentes que aprovechan esta situación de crisis sanitaria», ha manifestado el Jefe de la División de Cooperación Internacional, el comisario principal Carlos A. Vázquez Ara.
«Mientras los criminales continúan adaptando sus actividades a un mundo desestabilizado por el Covid-19, las noticias moradas de INTERPOL son herramientas esenciales para permitir que la policía de todo el mundo aprenda de los éxitos de los demás y aborde las tendencias cambiantes de la delincuencia», ha añadido Stephen Kavanagh, director ejecutivo de Servicios Policiales de INTERPOL, según ha informado la Policía.
La Policía ha asegurado que los repartidores pueden ser cómplices o, involuntariamente, ser participes en el trafico de drogas. En los casos señalados por INTERPOL, en ocasiones los sospechosos se disfrazaban de repartidores a domicilio. Otras veces, auténticos repartidores de comida a domicilio participaban voluntariamente en la entrega de drogas actuando al servicio de organizaciones criminales, obteniendo un beneficio económico.
Verdaderos repartidores a domicilio también han sido utilizados como involuntarias mulas de drogas. En un caso en Malasia, un repartidor en el distrito de Gombak de Kuala Lumpur, se puso en contacto con la policía y pidió que se inspeccionara su envío a domicilio al sospechar de su contenido. El repartidor había recibido el encargo de entregar un solo pedido de pan hindú, pero el paquete tenía un peso aproximado de 11 kilogramos.