Poco les importa a algunos el hecho de que llevemos más de un mes y medio de cuarentena. Algunas personas han decidido echarse a la calle a retomar la vida tal y como la conocían sin importarles las posibles consecuencias que esto pueda tener.
La Policía Municipal de Madrid ha intervenido anoche una treintena de pequeños botellones en distintos distritos de la capital con grupos en su mayoría de jóvenes formados entre doce y cinco personas, ha informado fuentes policiales.
Los agentes impusieron a estas personas dos propuestas de sanción distintas por saltarse el estado de alarma y por consumo de alcohol en la vía pública. La suma de las sanciones asciende a los 1.000 euros aproximadamente.
Durante las intervenciones, ningún menor fue identificado. Todas las intervenciones fueron por llamadas de vecinos o personas al 092, salvo una que entró por el 112.
Las actuaciones se realizaron entre las 22.00 y las 4 horas de esta madrugada y se produjeron en los distritos de Fuencarral-El Pardo (2 botellones); Hortaleza (2); Centro (2); Tetuán (2); Villaverde (5); Barajas (1); Chamartín (1); Puente de Vallecas (2); Ciudad Lineal (2); San Blas-Canillejas (3); Arganzuela (2); Carabanchel (2); Moratalaz (1); Moncloa-Aravaca (1); y Usera (2).
El hecho es que a partir del día 11 de mayo, con el inicio de la fase I de la desescalada, se podrán reunir grupos de amigos o familiares de hasta 10 personas tanto en la calle como en las casas. Las terrazas también podrán abrir a un aforo máximo del 50% y parece que la actividad laboral se restablecerá paulatinamente.
Entre tanto, parece que los datos de contagios acompañan la idea de que a finales de junio se volverá a la normalidad. O a la «nueva normalidad», tal y como la denomina el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Eso siempre y cuando los contagios no se disparen a consecuencia de las miles de personas que están incumpliendo a lo largo y ancho del país las normas y las recomendaciones.