El vicepresidente regional y portavoz autonómico, Ignacio Aguado, no renuncia a sentarse en una mesa de negociación para llegar a pactos con la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y el portavoz del PSOE en la Asamblea, Ángel Gabilondo, porque tras esta crisis del coronavirus no se puede «pretender gobernar contra la mitad de la población».
«Necesitamos construir unos planteamientos que nos permitan en el corto, medio y largo plazo poder avanzar y reconstruir una Comunidad muy dañada por los fallecimientos pero también en el tejido empresarial, social, con más familias vulnerables. No podemos mirar a otro lado porque seamos tres partidos distintos», ha defendido desde el CITRAM.
Alcanzar pactos entre Cs, PP y PSOE resulta «imprescindible» porque es además «un deber moral», «lo que están pidiendo los ciudadanos». «No se entendería otra que no fuera que nos tendiéramos la mano, que intentáramos llegar a grandes acuerdos para reconstruir la economía madrileña, para alcanzar nuevos acuerdos en materia social. Hay que intentarlo, tenemos que estar a la altura de la circunstancias», ha remarcado.
A Aguado le gustaría sentarse en una mesa con Ayuso y Gabilondo «para intentar alcanzar un acuerdo, aunque fuera de mínimos», porque sin ese pacto entre las tres principales fuerzas políticas de la Comunidad va a ser muy difícil salir y establecer una estrategia a medio-largo plazo». Los madrileños no entenderían que con mas de 13.000 muertos en Madrid no nos sentáramos a hablar y ponernos de acuerdo», ha reiterado.
Ignacio Aguado, por otro lado, ha confesado que no le gustó lo que sucedió el Ifema el pasado 1 de mayo. «Lamento la imagen que pudimos dar pero nos superó la ilusión, las ganas de estar codo con codo con el personal sanitario, con los bomberos, con tanta gente que ha hecho posible poner en marcha y cerrar este hospital por la bajada del número de hospitalizados», ha excusado.
También ha reconocido que «no es la mejor imagen que se puede dar a los ciudadanos». «Es verdad que todos llevábamos mascarillas y eso permite romper la distancia social pero los políticos tenemos que ser ejemplares y el otro día no lo fuimos», ha asumido.