El PP y los nacionalistas dificultan a Sánchez la prórroga del estado de alarma

  • El líder del PP, Pablo Casado, ha asegurado que votará no a la prórroga. 
  • Casado cree que no se puede "limitar discrecionalmente la libertad de los españoles, a estas alturas".
  • Los nacionalistas tienen dudas sobre si apoyarán o no el estado de alarma.
  • Al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no le han salido los planes tal y como esperaba. Ya sea por razones de competencias autonómicas o por diferencias de criterio, el presidente tendrá más difícil de lo esperado prorrogar otros 15 días el estado de alarma, tal y como daban por hecho desde el Ejecutivo. El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha asegurado este lunes que no apoyará la prórroga. Y los partidos nacionalistas como el PNV o ERC ya habían avisado que su apoyo sería difícil puesto que esa condición evitaría que los presidentes autonómicos recuperaran sus competencias. Por lo que Sánchez tendrá que depender del Congreso más de lo que le gustaría durante la desescalada. Haya o no haya plan B.

    «El presidente del Gobierno les ha perdido el respeto a los españoles», ha asegurado el presidente del PP en una entrevista en Onda Cero. Según Casado, no se puede «limitar discrecionalmente la libertad de los españoles, a estas alturas» y ha avisado de que, en base a esto, «a día de hoy» no pueden «apoyar el estado de alarma». Por lo que el presidente del Gobierno tiene que decir adiós a sus pretensiones porque tras no contar con el PP para la toma de decisiones durante los últimos meses, se queda sin su prórroga tan anunciada.

    Al mismo tiempo y en sintonía con el PP, los nacionalistas también han puesto más de una piedra en el zapato del presidente del Gobierno. El PNV parece haber retomado las relaciones con el Ejecutivo tras tensiones previas. El hecho de que Sánchez se haya negado a ceder competencias autonómicas durante el estado de alarma y que siga pretendiendo que esa situación excepcional se prolongue durante prácticamente todo mayo le ha pasado factura. Y aunque desde el PNV avisan que prefieren a Sánchez de presidente, la idea de que el estado de alarma siga adelante es complicada.

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    ERC también tiene dudas. Hay miembros dentro del partido que quieren prorrogar el estado de alarma. Pero hay otros que quieren recuperar las competencias autonómicas cuanto antes y quieren castigar a Sánchez por no haberlo hecho antes. Aunque está en el aire, la decisión de Casado llevará a los nacionalistas a conseguir lo que quieren y a recuperar las competencias.

    El histórico exdirigente de la formación Joan Tardá ha avisado de que espera que su partido apoye la prórroga del estado de alarma. Sin embargo, nada está claro aún. «Ignoro lo que decidirá la ejecutiva de ERC pero deseo que se mantenga en la abstención», ha asegurado en su cuenta de Twitter.

    A todo esto hay que sumarle el no seguro de Vox y las dudas de otros partidos del elenco parlamentario como Ciudadanos, cuya líder, Inés Arrimadas, ha avisado que su voto irá en consonancia con el interés general de los españoles. Pero que muchos dentro del partido apuntan a que votará no, al igual que el PP, al estado de alarma.

    Esto trunca en cierta medida los planes de Sánchez para abordar la desescalada. Al menos no tendrá el control completo de la misma. Ese proceso que se repartiría en cuatro fases repleto de muchas contradicciones ha invitado a la confrontación. Algunos sectores, especialmente los empresarios, se han mostrado muy críticos con las decisiones que ha tomado el Gobierno. Sobretodo los hosteleros, donde las medidas propuestas por el Ejecutivo de coalición no han caído bien, sobretodo porque aseguran que les lleva a la ruina.

    Esto obliga a Sánchez a buscar un plan B para el plan de desescalada o por lo menos a tener en cuenta más al PP en dicho plan. Aunque el presidente aseguró que no existía ese «plan B», ahora la decisión del PP le obliga, al menos, a plantearlo. Todavía no hay nada seguro y aún puede ocurrir un giro de los acontecimientos. La prórroga debería entrar en vigor el próximo 11 de mayo, pero por el momento, todo está en el aire hasta que alguno de los partidos mayoritarios se decida a dar un espaldarazo a un cuestionado Sánchez que cada vez se encuentra un Congreso más hostil.

    El hecho de que haya aprovechado la crisis para blindar al vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias en la comisión de control del Centro Nacional de Inteligencia también ha sido un dato importante para el PP. Según las explicaciones de su líder, esto ha contribuido a aumentar la desconfianza en el Gobierno. Y ahora se pagan las consecuencias.