El Museo Picasso Málaga inaugura este jueves en su página web la muestra digital ‘Arlequín. Una exposición para mirar y leer’, en la que la pinacoteca une al teatro y las artes visuales en un recorrido sobre la figura del arlequín y su relación con Picasso.
«Es una exposición digital que también puede ser considerada un libro ilustrado», ha explicado a Europa Press el director artístico del Museo Picasso Málaga, José Lebrero, que ha resaltado que en la muestra tiene tanta importancia la lectura de los textos como la observación de las imágenes.
La muestra iba a ser un proyecto expositivo presencial a inaugurar este jueves en la que el Museo Picasso daría la bienvenida al Teatro Soho de Antonio Banderas, también en colaboración con el Teatro Piccolo de Milán (Italia), pero no se pudo llevar a cabo debido a la pandemia del coronavirus.
«El Piccolo tenía previsto representar en el Soho durante el mes de mayo una obra de teatro clásico, de la Commedia dell’ Arte italiana, que es ‘Arlecchino, servitore di due padroni’, que es una obra que en el Piccolo se empezó a representar cuando abrió el teatro en 1947 y que la han llevado por todo el mundo», ha indicado Lebrero.
Por estos motivos, se decidió organizar una exposición en la que «se relaciona teatro y artes visuales, y en concreto la figura de Picasso y la figura del arlequín, que es una de las figuras más importantes de la comedia italiana y protagonista de esta obra de teatro».
«La situación sanitaria y la imposibilidad técnica de traer materiales del Teatro de Milán, de traer obras del Museo Picasso de Barcelona, de la fundación Bancaja de Valencia y de otros lugares pues nos llevó a una alternativa: o bien dábamos el proyecto por eliminado o nos planteábamos en esta situación hacer algo que era nuevo para nosotros», ha precisado el director artístico.
El resultado ha sido esta exposición digital que cuenta con una nueva sección de la web del museo para «diferenciarla de las presenciales». La muestra tiene varios capítulos dedicados a Picasso, la Commedia dell’ Arte y los estudios y camerinos, además de una antología de textos, fragmentos de películas y la bibliografía.
Lebrero ha resaltado que esta exposición digital no sustituye a las presenciales, sino que las complementa, pues «sabemos cuándo empieza pero puede quedar expuesta mucho tiempo», ha indicado.
«Si hay personas a las que le interesa la podemos ir ampliando, variando, y no deja de ser un experimento que hemos querido hacer para abrir ya el museo, aunque sea de forma digital», ha añadido.
Así, a pesar de las limitaciones del formato digital frente al presencial y no poder contemplar las obras en directo, la muestra ha dado «unas posibilidades de extender la exposición muy grandes».
«Además de una parte del material documental, fotográfico, de los vestuarios, de los grabados, de una obra de Picasso que iba a estar en la exposición; la hemos podido ampliar mucho con obras que es muy probable que no hubiéramos tenido de Picasso, o porque no nos las hubieran prestado, o porque estaban comprometidas, o era económicamente muy difícil tenerlas», ha puntualizado.
Entonces, la exposición cuenta con representaciones de objetos, películas y obras que inicialmente iban a estar en la exposición inicial junto con otras que a las que el museo ha podido acceder de manera digital, ha señalado su director artístico. «Conceptualmente la hemos hecho de otra manera y a nivel de recepción también se puede percibir de otro modo», ha remarcado.
EL ARLEQUÍN Y LA EXPOSICIÓN
Lebrero ha considerado que algunas características del arlequín «se pueden aplicar a la personalidad de Picasso», pues este personaje del teatro «es una figura que lleva máscara, es muy escéptico, mira al mundo de una forma irónica, es un ser muy libertario».
«El enmascaramiento, la ficción, la teatralidad, está también presente en las reproducciones de los artistas que hemos incluido y por ejemplo hemos podido incluir imágenes y obras de arlequines que no hubiéramos podido tener para la exposición, porque desbordaba el presupuesto y las condiciones», ha puntualizado.
Asimismo, ha indicado que «hay algo que se acerca al teatro y las artes visuales que es la ficción: un cuadro no deja de ser un trozo de tela sobre pintado, una ficción que a veces nos lleva a los universos más inesperados, puesto que nos engancha el cuadro, lo mismo que lo que hace un actor».
Por estos motivos, considera que «un pintor puede ser actor también», ya que «tiene un camerino que es un estudio», una apreciación que se puede investigar en los capítulos de la muestra.
Además de los capítulos, la exposición incluye las «constelaciones de textos», que recoge las bibliografías «de tal modo que esto no es una exposición convencional, es un proyecto de otro tipo», ha apuntado Lebrero.
EL FUTURO DE LA MUESTRA
«La recepción es muy distinta a la que tiene lugar en un museo, es abierta puesto que quien tenga interés la puede leer y mirar a cualquier hora del día o de la noche, o en cualquier lugar del mundo», ha resaltado el director artístico.
Así, en el formato digital se produce «una ampliación de lo que es la recepción de las exposiciones del arte muy importantes». Por ello, Lebrero ha indicado que «la cuestión es que lo hagamos bien en el museo, que lo haga atractivo, porque tiene sus ventajas y desventajas».
«Ese es el reto y en ese camino lo hemos hecho con la voluntad de seguir trabajando también en esta línea», ha indicado. «La pandemia, que tiene consecuencias sociales, económicas y sanitarias, nos ha abierto también posibilidades de pensar, de innovar y de trabajar de otra forma lo que es el museo», ha añadido.
Lebrero cree que con este tipo de exposiciones «hay una posibilidad de difusión y de expansión del conocimiento móvil que amplía el espacio, puede estimularse la conectividad y la participación».
«No hemos podido hacer este proyecto tan participativo como queríamos y nos plantea nuevos retos, nuevas preguntas y vamos a intentar por lo menos que esto no sea algo propio de esta situación, sino que se integre de algún modo en la programación del museo», ha finalizado.