El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha animado este miércoles al Gobierno serbio y al del territorio de Kosovo a continuar su diálogo, durante su intervención en la Cumbre UE-Balcanes que se ha celebrado de manera telemática, han informado fuentes gubernamentales.
La posición del Gobierno sobre el contencioso es dar la «bienvenida al nombramiento del Representante Especial de la UE para el Diálogo Belgrado-Prístina» y alentar «a ambas partes a que se produzcan progresos encaminados a lograr una solución consensuada y duradera», ha detallado el Palacio de la Moncloa en un comunicado.
En su intervención, Sánchez ha subrayado la importancia de promover la integración y la cooperación regional entre los países de los Balcanes, para desarrollar políticas que consoliden la reconciliación y colaboración, y ha recordado que ambos elementos son «esenciales para reforzar la perspectiva europea de la región».
Sánchez ha sido el primer presidente del Gobierno español en participar en una Cumbre UE-Balcanes tras haber pedido y acordado con la presidencia croata de la UE que no hubiera banderas, símbolos nacionales ni cargos –nada que identifique al presidente de Kosovo como gobernante de un país, ya que España no lo reconoce–.
Todos han participado en la videoconferencia únicamente con su nombre y con una trasera idéntica que hace alusión a la «Cumbre de Zagreb». Hace dos años, el entonces presidente del Gobierno se ausentó de la Cumbre UE-Balcanes que se celebró en Sofia por la presencia de Kosovo.
Ahora, fuentes del Ejecutivo han explicado que ha preferido pactar ciertas condiciones y asistir a la cita para hacer valer su punto de vista y su experiencia en los Balcanes. Para España también es importante que la Cumbre no ponga el foco en la ampliación de la UE, sino en la relación con la región, y que no se hable de los «seis de los Balcanes», puesto que no reconoce a Kosovo como país.
Sánchez ha puesto en valor las buenas relaciones de España con los países balcánicos, así como el potencial económico y valor estratégico de la región, y ha resaltado la posición de la UE como socio prioritario.
El Gobierno insiste en que asistir telemáticamente a esta cita no implica ningún reconocimiento de Kosovo y que su posición sobre el territorio no ha cambiado, es más, considera que el tiempo ha dado la razón a España en no reconocer una declaración unilateral de independencia.
Así, España apuesta ahora por que se reanude el diálogo entre Belgrado y Pristina, y asegura que seguirá oponiéndose con firmeza a que Kosovo logre un reconocimiento internacional ‘por la puerta de atrás’, por ejemplo accediendo a organizaciones como Interpol o Eurovisión.
ANIMA A HACER REFORMAS PARA ACERCARSE A LA UE
En la reunión telemática, Sánchez ha reiterado el compromiso y solidaridad de España con los Balcanes Occidentales en su lucha contra la pandemia de Covid-19 y su apoyo a la «perspectiva europea» de la región, animando a los países a avanzar en las reformas necesarias en línea con los valores y principios europeos, que son «clave para la estabilidad» del continente.
Se ha referido, en concreto, al estado de derecho, la lucha contra la emergencia climática, la eficiencia energética o la economía digital.
La Cumbre UE-Balcanes, diseñada inicialmente como el principal hito de la presidencia croata de la UE, se ha visto finalmente dominada por la pandemia de Covid-19, que ha obligado a hacerla telemática.
Los 27 han acordado un paquete de ayuda financiera a la región por valor de 3.300 millones de euros –de los que 1.700 serán préstamos del BEI– para apoyar al sector sanitario y contribuir a la recuperación económica y social de la región tras la crisis del coronavirus.
Se trata, así, de reafirmar el compromiso de la UE con la región, después de los primeros momentos de la pandemia, cuando el presidente serbio, Aleksander Vucic, llegó a criticar en público la falta de solidaridad de la UE y a elogiar la de China.