El Gobierno defiende ante Vox que no se quiten placas y calles en homenaje a Carrillo y Marcos Ana

El Gobierno ha defendido ante Vox el mantenimiento de las placas y calles que rinden homenaje al que fuera secretario general del Partido Comunista de España (PCE) Santiago Carrillo, y al poeta y militante de este partido Fernando Macarro Castillo, más conocido como Marcos Ana, y ha elogiado la labor de ambos en favor de la reconciliación entre españoles.

De esta manera ha respondido el Ejecutivo ante las quejas del diputado de Vox, José Francisco Contreras, quien había pedido al Gobierno que instara a los ayuntamientos donde lucen esas placas y calles que retirarlas en aplicación de la conocida como Ley de Memoria Histórica.

Contreras esgrimía que Carrillo, como responsable de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid, «decidió sobre la suerte de los miles de presos políticos hacinados en las cárceles madrileñas» cuyo «único delito» era en su mayoría «su filiación política conservadora o sus convicciones católicas».

SACAS Y PARACUELLOS

En concreto, hablaba de las «sacas» que tuvieron lugar en la capital entre noviembre y diciembre de 1936 y de las entre 4.000 y 5.000 personas fusiladas en Paracuellos del Jarama, Aravaca y otros lugares.

También mencionaba el testimonio de algunas personas que, según subrayaba, han constatado la implicación de Carrillo en estas matanzas como el cónsul de Noruega en Madrid, Felix Schlayer; el director general de Prisiones, Jesús de Galíndez; el representante del Komitern en España Stoyan Mínev y el agente soviético Georgi Dimitrov ‘Stepanov.

Respecto a Marcos Ana, que con 23 años tiene el récord de permanencia en cárceles franquistas, apuntaba que, como secretario de las Juventudes Socialistas Unificadas de Álcalá de Henares (Madrid) y jefe de un grupo de milicianos, «participó» en tres asesinatos: un sacerdote, un cartero militante de Acción Popular y un campesino católico.

También recordaba que el poeta fue condenado a muerte en 1943, pero por ser menor de edad durante la guerra le dejaron la pena en 30 años de prisión, que en 1961 se le indultó como al resto de presos que llevaban más de 20 años en la cárcel por hechos relacionados con la contienda y pero que un año después el Gobierno belga le denegaba el estatuto de refugiado político por haber «cometido crímenes de sangre.

UN INSULTO A SUS VÍCTIMAS

El diputado de Vox denunciaba ante el Gobierno que mantener las calles que honran a Carrillo y Marcos Ana supone «un insulto a sus víctimas» y le preguntaba si es que acaso la ley sólo se aplica en el caso de homenajes a figuras del bando nacional, mientras que se indulta a las del bando republicano implicadas en «crímenes y atropellos».

En sus respuestas, a la que ha tenido acceso Europa Press, el Gobierno recalca que la Ley de Memoria prevé la retirada de los elementos que supongan «el enaltecimiento, justificación o elogio del golpe de Estado contra el sistema democrático, la Guerra Civil que provocó y el régimen dictatorial instaurado.

«La mencionada ley -abunda– quiere contribuir a cerrar las heridas todavía abiertas en los españoles y españolas y a dar satisfacción a los ciudadanos que sufrieron, directamente o en la persona de sus familiares, las consecuencias de la tragedia de la Guerra Civil o de la represión de la dictadura, profundizando de este modo en el espíritu del reencuentro y de la concordia de la Transición, en torno a los principios, valores y libertades constitucionales», señala el Ejecutivo.

En este contexto, subraya que, en relación con Carrillo «existe un reconocimiento generalizado de su aportación fundamental a la Transición y la democracia, su compromiso con la reconciliación y convivencia democrática y su participación activa en el proceso que concluyó con la aprobación de la Constitución española de 1978».

CONVIVIR SIN DEGOLLARNOS

La respuesta relativa a Marcos Ana es más extensa, puesto que en este caso, además de recordar a Vox que las dos condenas a muerte que sufrió se las impuso un tribunal que la propia Ley de Memoria declara ilegítimo, el Ejecutivo incluye una cita del propio poeta para demostrar el «espíritu de reconciliación y concordia» y de «respeto al pluralismo y a la defensa pacífica de todas las ideas» que demostró.

«La venganza no es un ideal político ni un fin revolucionario. Yo quiero el triunfo de la democracia para acabar con el odio y el fratricidio, para que todos los españoles podamos vivir pacíficamente, coincidir o discrepar en la defensa de nuestras ideas sin tener que degollarnos los unos a los otros. Ya se ha derramado bastante sangre en España. La democracia debe traernos la libertad y la seguridad a todos los españoles», rezan las palabras que Marcos Ana pronunció en el exilio.

Asimismo, el Gobierno recuerda que su trayectoria le hizo merecedor de las medallas de oro al Mérito en el Trabajo en 2009 y al mérito en la Bellas Artes en 2011, así como de otros reconocimientos entre los que pueden mencionarse el Premio René Cassin de Derechos Humanos, que concedió el Gobierno Vasco.