Los sindicatos ELA, LAB, CCOO y UGT han denunciado que la decisión del Gobierno Vasco de decretar la reincorporación de 1.200 trabajadores de la Administración autonómica a partir de este lunes es una medida «forzada y precipitada», por lo que han anunciado medidas de «protesta» contra esta decisión.
Estos sindicatos, que se han concentrado este lunes frente a las sedes del Ejecutivo autonómico en Vitoria-Gasteiz y Bilbao, han emitido un comunicado conjunto en el que critican que la reincorporación de estos trabajadores en la actual situación de la pandemia de coronavirus «chirría» con lo que está ocurriendo con las plantillas de otras administraciones.
ELA, LAB, CCOO y UGT, que han subrayado que su «prioridad» es garantizar los servicios públicos y la atención a los ciudadanos, han mostrado su preocupación por la «incapacidad» del Gobierno Vasco para el diálogo y el acuerdo.
Además, han censurado las «prisas» del Ejecutivo por «acelerar la vuelta al trabajo» presencial de los funcionarios autonómicos, sobre los que han recordado que, «en todos los casos en los que ha sido posible», ya están desempeñando su labor a través del teletrabajo.
«PRECIPITACIÓN»
El principal motivo de preocupación para estas organizaciones es la reapertura de los centros de atención presencial al público, dada la «precipitación» con la que está actuando el Gobierno y la «insuficiencia» de las medidas adoptadas para garantizar la seguridad de los trabajadores y usuarios de estos servicios.
Los sindicatos han advertido de que realizarán un seguimiento «exhaustivo» de las condiciones de trabajo de la plantilla y de las medidas de prevención anunciadas, especialmente en lo que se refiere a la limpieza o las condiciones del transporte, ámbitos en los que -según han denunciado– las carencias resultan «clamorosas».
Por otra parte, han reclamado al Gobierno autonómico que aclare los motivos por los cuales «se niega» a realizar test de coronavirus a la plantilla, especialmente a quienes trabajan de cara al público.
Asimismo, han anunciado que propondrán a la plantilla de la Administración vasca diversas fórmulas de «protesta» que serán «acordes con las circunstancias» actuales.