EL PNV pide a Pedro Sánchez una reunión «urgente»

El PNV ha reclamado este miércoles al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una reunión «urgente» de la comisión mixta entre la Administración del Estado y representantes del Gobierno vasco y las diputaciones forales que debate las cuestiones relacionadas con el concierto económico, la singular relación tributaria y financiera entre el País Vasco y el resto del Estado.

En la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha exigido también al presidente que aclare cuanto antes qué posición mantiene la UE con respecto a la financiación de los países afectados por la pandemia de coronavirus porque los Gobiernos autonómicos han de conocer con qué «margen» cuentan para desplegar sus políticas sociales y económicas.

«ARREGLO» SOBRE FASE I EUSKADI

Esteban también se ha quejado de que se cuestione que el País Vasco cumpliese los criterios sanitarios exigidos para pasar a la Fase 1 del plan de desescalada y Sánchez ha asegurado que la decisión se basó en criterios «estrictamente técnicos». Entre quienes han manifestado sus sospechas de que la progresión de Euskadi en el plan de transición se debe a motivos políticos figura la candidata de Podemos a lehendakari, Miren Gorrotxategi, que habló abiertamente de «un arreglo» entre el Gobierno de Sánchez y el PNV porque Euskadi, en su opinión, no estaba en condiciones para pasar de fase, unas declaraciones que Esteban ha tildado de «muy graves e irresponsables».

El portavoz del PNV ha comenzado la pregunta oral que ha dirigido al presidente pidiéndole que explicase qué entiende por «nueva normalidad», porque a Esteban ese término le hace pensar en el título de «alguna serie de televisión americana» y no le gusta «nada». En este sentido, ha advertido de que «normalidad es normalidad», por lo que una vez controlado el riesgo de pandemia lo que no puede haber, en su opinión, son «restricciones en el ámbito de los derechos ni restricciones o cambios en los derechos competenciales institucionales» ni «aprovechar para hacer una reforma en tal sentido con esa excusa».

RECELA DE LA COMISIÓN DE RECONSTRUCCIÓN

Esteban, cuya formación ha venido votando a favor de las sucesivas prórrogas del estado de alarma a cambio de arrancarle al Gobierno determinados compromisos –desde la obligación del ministro de Sanidad a comparecer semanalmente en el Congreso para informar de la evolución de la epidemia a la concreción del margen de actuación de las CCAA en la relajación de las restricciones del estado de alarma durante la desescalada–, ha expresado así sus recelos ante la posibilidad de que el PSOE pueda sellar reformas desde un espíritu recentralizador con PP o Ciudadanos en la recién constituida comisión parlamentaria que buscará pactos de Estado para favorecer la reconstrucción social y económica del país.

El diputado nacionalista se ha mostrado partidario de buscar acuerdos que ahonden en la prevención y en garantizar que España se dota de los suministros que le permitirán hacer frente ante eventuales rebrotes de la enfermedad, al tiempo que ha hecho un llamamiento para que, esta vez sí, se aproveche esta crisis económica que viene para cambiar «las bases socioeconómicas» del país, que «son muy endebles y cada vendaval que viene de fuera las pone en cuestión».

Bajo su punto de vista, la Comisión de la Reconstrucción debería centrarse en estos aspectos que ha mencionado, más que en «intentar reformar temas en el ámbito sanitario, de la dependencia o de los servicios sociales en plena pandemia y sin la necesaria serenidad» porque existe un «mal clima» político que no es el más adecuado para emprender estos cambios. «En tiempo de tribulación, no hacer mudanza», ha recomendado.

En su respuesta, el presidente ha explicado que el término de la «nueva normalidad» busca concienciar a la ciudadanía de que, una vez que se levante el estado de alarma, seguirá siendo necesario que guarden ciertas medidas de prevención, como el distanciamiento social, el uso de mascarilla en los transportes públicos y extremar la higiene con el lavado frecuente de manos hasta que se encuentre una vacuna o un tratamiento efectivo con fármacos para la COVID-19.

Sánchez ha reiterado que el mantenimiento del estado de alarma al menos hasta que termine la fase de transición hasta alcanzar la «nueva normalidad» –lo que podría lograrse a finales de junio o primeros de julio– es una «necesidad», no un proyecto político de su Ejecutivo. Ha incidido en que su Gobierno no tiene ningún afán recentralizador, como demuestra el hecho de que las competencias autonómicas se mantienen intactas.

«Lo que queremos es transitar hacia esa nueva normalidad con un estado de alarma distinto (…) pero necesitamos culminar esta etapa. Y a partir de ahí, señorías, creo que se tiene que abrir un debate político en esta cámara para ver cómo podemos reforzar esos mecanismos de coordinación entre los diferentes niveles de la Administración para que esos rebrotes, si se dan, sean lo menor posible», ha zanjado.