El Vaticano dice que no está «en riesgo de bancarrota» a pesar de la caída del 45%

El prefecto de la Secretaría para la Economía de la Santa Sede, el sacerdote español Juan Antonio Guerrero Alves, ha asegurado que el Vaticano «no está en peligro de bancarrota» aunque calculan una caída de los ingresos de entre el 25% y el 45% tras la pandemia del coronavirus COVID-19.

«El Vaticano no está en peligro de bancarrota. Eso no significa que no debamos enfrentar la crisis por lo que es. Ciertamente, tenemos por delante años difíciles. La Iglesia cumple su misión con la ayuda de las ofrendas de los fieles. Y no sabemos cuánto podrá donar la gente. Precisamente por eso debemos ser sobrios, rigurosos», ha subrayado el sacerdote español en una entrevista con el diario oficial del Vaticano ‘Vatican News’.

Según ha precisado, con la crisis provocada por el COVID-19, las estimaciones «más optimistas» calculan una caída en los ingresos en el Vaticano de «alrededor del 25%» mientras que las «más pesimistas» están «alrededor del 45%».

Así lo ha asegurado después de que hace unos días el periódico italiano ‘Il Messaggero’ publicase un documento interno que aseguraba que las pérdidas económicas podrían elevar el déficit del Vaticano hasta los 146 millones de euros.

«Las cuentas nos dicen que entre 2016 y 2020 tanto los ingresos como los gastos han sido constantes. Los ingresos fueron alrededor de 270 millones. El gasto promedio fue de unos 320 millones, dependiendo del año. Los ingresos proceden de las contribuciones y donaciones, de los rendimientos de los inmuebles y, en menor medida, de la gestión financiera y las actividades de las entidades», ha señalado.

El Papa puso en enero a Guerrero al frente del aparato financiero del Vaticano para conducir una reforma que dote a los Dicasterios y oficinas vaticanos de eficiencia y transparencia. El sacerdote extremeño sustituyó en el cargo al cardenal australiano George Pell, recientemente absuelto de las acusaciones de abuso a menores por el Tribunal Supremo de Australia.

La mayor parte de los ingresos en las arcas del Estado de la Ciudad del Vaticano provienen de los Museos que a día de hoy continúan cerrados por las disposiciones para garantizar la seguridad durante la pandemia. Sin embargo, Guerrero ha aclarado que el déficit actual no es un «agujero resultante de una mala administración» o que financia una «burocracia inmóvil».

«No tiene nada que ver con eso. Detrás de estos números está la misión de la Santa Sede y del Santo Padre, está la plenitud de la vida y el servicio eclesial. No es correcto decir que el déficit es financiado por el Óbolo de San Pedro como si el Óbolo estuviera llenando un agujero. El Óbolo es también una donación de los fieles: financia la misión de la Santa Sede, que incluye la caridad del Papa, y que no tiene suficientes ingresos», ha explicado.

Así, ha aseverado que los gastos del Vaticano se distribuyen «más o menos así: 45% personal, 45% de gastos generales y administrativos y 7,5% de donaciones». «Podría decir que el déficit (la diferencia entre ingresos y gastos) en los últimos años ha fluctuado entre 60 y 70 millones», ha puntualizado, para defender que detrás de los números «está el fin» y dentro del presupuesto «está la misión» .

«No somos una compañía. No somos una empresa. Nuestro objetivo no es obtener beneficios. Cada dicasterio, cada ente, cumple un servicio. Y cada servicio tiene un costo. Nuestro compromiso debe ser de máxima sobriedad y claridad. El nuestro debe ser un presupuesto de misión. Es decir, un presupuesto que relaciona los números con la misión de la Santa Sede», ha asegurado Guerrero.