Los gallegos votarán el 12 de julio, aunque se puede suspender ante un rebrote

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado este lunes que los gallegos irán a las urnas el próximo domingo 12 de julio, aunque el decreto de convocatoria contempla la posibilidad de que, si se diese una circunstancia extraordinaria (como podría ser un rebrote del coronavirus), se puedan volver a suspender los comicios y aún quedaría margen para fijar otra fecha antes de que, en otoño, se agote la legislatura.

Así lo recoge, según ha explicado Feijóo, la «larga y motivada jurídicamente» exposición de motivos del decreto que ha analizado este lunes el Consello de la Xunta, en una reunión extraordinaria, en la que Feijóo, al igual que ha hecho el lehendakari, Iñigo Urkullu, en su comunidad, ha ratificado su intención de que la cita electoral se celebre «cuanto antes», el primer domingo que permite la legislación, ya que deben transcurrir 54 días entre la convocatoria y la votación.

Si todo sale conforme lo previsto por Feijóo y Urkullu, Galicia y Euskadi irán a votar por cuarta vez desde 2009 el mismo día este verano. Previamente, habrá que repetir todo el proceso preelectoral, que incluye la confección de las listas, con las incertidumbres ligadas a la evolución del coronavirus, y algunas novedades, como el análisis de qué medidas se van a adoptar en los colegios electorales para que los gallegos puedan ejercer con seguridad el derecho al voto.

El presidente ha explicado que la junta electoral analizará el decreto de convocatoria y que los expertos que asesoran a la Xunta también articularán recomendaciones para que se pueda votar con garantías, extremo para el que también espera la «colaboración» de la Administración central y así se lo ha demandado, según ha revelado, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

En todo caso, ha enfatizado que las «incertidumbres» que llegaron con la pandemia seguirán no solo en julio, sino durante los meses siguientes y puede que hasta que haya una vacuna para defenderse de la COVID-19, por lo que, bajo su punto de vista, era preciso adoptar una decisión en relación a las elecciones.

SIN «ALTERNATIVAS» DE LA OPOSICIÓN

Para hacerlo, ha recordado que, de acuerdo con el mandato que incluía el decreto por el que se suspendieron los comicios del 5 de abril, escuchó a los principales partidos gallegos. De ellos, sus principales rivales (PSdeG, Galicia en Común-Anova Mareas y BNG) se han opuesto a julio. El PPdeG apoya a su jefe de filas y En Marea también acepta julio, mientras que Ciudadanos ha defendido públicamente que preferiría septiembre.

El presidente de la Xunta ha afeado que, más allá de oponerse, las principales fuerzas de la oposición no planteasen «alternativas». «La oposición no presentó informe de ningún experto. Algún partido planteó hacerlas en septiembre, otro en agosto, otro que si en octubre y, si no, gobernar Galicia con un acuerdo entre los grupos. En fin. Pero informes de expertos ninguno, y fechas alternativas de la oposición, tampoco», ha relatado.

A renglón seguido, ha argumentado que, en este contexto, se vio obligado a elegir entre esta postura verbalizada y lo que expertos sanitarios (que ha vuelto a citar) y la Asesoría Xurídica le recomendaron «por escrito»: hacerlas «cuanto antes, a principios del verano». Ante la coyuntura, se ha decantada por el 12 de julio, opción que considera la «más prudente».

«UN PRESIDENTE LEGÍTIMO»

Feijóo ha alertado de que sería un riesgo esperar a otoño y que se abra la posibilidad de que un rebrote impida llamar a las urnas a los gallegos ya agotada la legislatura (la última vez que votaron en unas autonómicas fue el 25 de septiembre de 2016).

«Mi obligación es que Galicia tenga un presidente legítimo y un Parlamento decidido de forma incontestable, con plena capacidad», ha sentenciado el jefe del Ejecutivo gallego, quien ha advertido que este horizonte electoral permitirá afrontar con más fortaleza «la pandemia económica» que, ha augurado, llegará tras la crisis sanitaria.

De hecho, ha advertido que votar en julio permitirá tener presupuestos presentados y aprobados en los horizontes habituales. «La prioridad de la Xunta es y seguirá siendo la lucha contra la pandemia», ha garantizado el presidente gallego, que confía en que esta sea «la misma prioridad» del Ejecutivo que salga de las urnas en julio.

DE LA MANO CON LOS VASCOS DESDE 2009

Desde que Feijóo admitió que buscaba la «quincena más segura» para las elecciones, los pasos del presidente gallego y del vasco Iñigo Urkullu han ido en paralelo. Incluso escucharon a los partidos el mismo día. Habían coincidido también en convocar para el 5A, aunque tanto en Euskadi como en Galicia se suspendieron los procesos a causa de la crisis sanitaria. También este lunes comparecen ambos mandatarios.

El 5 de abril hubiera sido la cuarta vez consecutiva desde 2009 que gallegos y vascos acudirían de la mano a las urnas. La primera coincidencia la provocó más de diez años atrás Juan José Ibarretxe, quien se sumó a la fecha previamente elegida en Galicia por el entonces presidente autonómico, el socialista Emilio Pérez Touriño.

Ese 1 de marzo de 2009, Feijóo recuperó la Xunta para el PP y, desde entonces, secundó las dos fechas que fijaron los presidentes vascos para los comicios autonómicos: primero con el socialista Patxi López, quien decidió adelantar al 21 de octubre de 2012, y después, el 25 de septiembre de 2016, ya con Urkullu en la Lehendakaritza.