El alcohol siempre ha estado en el debate de si es o no recomendable su consumo y en qué cantidades. Pero lo cierto es que a medida que vamos conociendo más en profundidad sus elementos químicos y cómo reacciona el organismo a ellas, más se convencen los científicos de que el alcohol es mucho más peligrosos de lo que cabía imaginar.
Más allá de que el alcohol sea es una sustancia depresora del sistema nervioso central, se sabe que afecta directamente al cerebro en algunas de las funciones claves para el buen funcionamiento del organismo como es la coordinación, la capacidad de concentración o la verbalización. Pero también tiene un efecto aún no conocido al 100% en otros órganos como es el caso de los riñones o el corazon. ¿Realmente es sana una copa de vino cada día? Esto es lo que se está debatiendo actualmente: cómo de peligroso es el alcohol para nuestro organismo. ¿Es un mito a desterrar?
DUDAS RAZONABLES SOBRE EL ALCOHOL
Desde que en 1988 la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyera el alcohol como uno de los desencadentantes del cáncer, se han enquistado en los investigadores serias dudas sobre los supuestos beneficios del alcohol que las empresas del ramo le confieren. Cada cierto tiempo, se publica una nueva investigación que deja cada vez más en entredicho las falsedades y/o mitos sobre los beneficios de productos con alcohol ( una copa de vino al día es buena para el corazón).
NO EXISTE CANTIDAD SEGURA DE ALCOHOL PARA EL ORGANISMO
En 2018 se publicó un estudio en la revista científica The Lancet en la que se confirmaba que no había ninguna evidencia científica que asegurara que una determinada cantidad de alcohol al día en alimentos como el vino, por ejemplo, sea realmente beneficiosa para la salud. Es más, según las conclusiones a las que se apunta, este consumo moderado pero continuo del jugo de Baco podría estar relacionado con muertes más tempranas.
EL ORIGEN DEL MITO
¿De dónde proviene esta identificación del alcohol con lo saludable siempre que sea moderado? Debemos remontarnos a la década de los noventa, cuando los científicos trataban de explicar por qué los franceses, que son buenos consumidores de grasas, registraban menos casos e incidencia de enfermedades cardiovasculares. En dichos estudios se apuntaba al vino francés como una de las posibles explicaciones. Por supuesto, las empresas del sector se subieron a la ola aprobadora y la utilizaron para penetrar en los mercados.
“El consumo de alcohol es un factor de riesgo establecido para varios tumores malignos” recoge la declaración sobre la relación entre el alcohol y el cáncer de la prestigiosa Sociedad Americana de Oncología Clínica en 2017, en la que ya se alertaba del riesgo de identificar su consumo moderado con salud.
