Así se ha convertido Google Maps en el nuevo infierno para Iglesias y Montero

Si estás pensando en pasar unos días en una casa rural no eres la única persona. Más de dos meses de confinamiento han llevado a muchos a plantearse con ansia como serán sus vacaciones e incluso ya están mirando hoteles para pillar una buena oferta. Pero si una de esas ofertas es una casa rural en Galapagar llamada Villa Tinaja, olvídate, porque en realidad es el famoso chalet del vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias y de su pareja y ministra de Igualdad, Irene Montero.

Desde que la crisis del coronavirus se ha convertido al ámbito económico y desde que Madrid sigue anclada en la fase 0, hay muchos manifestantes conservadores que han protestado en las calles. Todo empezó en la de Núñez de Balboa, situada en el lujoso barrio madrileño de Salamanca, pero pronto se extendió a otros municipios, como Alcorcón o incluso en el que residen Montero e Iglesias: Galapagar. La Guardia Civil se ha visto obligada a dejar cinco coches patrulla alrededor de la casa de los miembros del Gobierno e incluso han cortado la calle por los escraches que se estaban sufriendo los dirigentes de Unidas Podemos.

Sin embargo, ante la imposibilidad de mostrar su enfado mediante una protesta en la puerta de la casa de Iglesias y Montero, algunos han decidido atacar a los líderes de Podemos y a su famoso chalet a través de Google Maps, modificando el tipo de vivienda que es y estableciendo cualquier tipo de ocurrencia. Ya bien puede ser la casa rural Pablo Iglesias, Villa Tinaja o incluso hay quien la ha bautizado directamente como la Embajada de Venezuela.

En el caso de Villa Tinaja, los que han querido atacar a los miembros del Gobierno directamente lo han bautizado como un «club nocturno» y destacan que es «la residencia de los marqueses de Galapagar». Por poder, pueden ponerse hasta reseñas sobre cómo ha sido la experiencia, ya que lo han dado de alta en Google Maps como un negocio vigente.

tinaja

«Un lugar lúgubre, residencia de ratas coletudas y otros bichos tremendamente contagiosos. Sólo con pasar cerca del lugar ya te puedes ver contaminado con la maldad que rezuma por los muros de ese tétrico lugar. Jamás me adentraría en el reino del mal», detalla una de las reseñas que ha dejado como crítica uno de los usuarios.