La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha defendido toda la estructura y estrategia que se diseñó en la Comunidad para atender a ancianos de residencias que se pudieran ver afectados por el COVID-19 y considera «capcioso» que se haya usado sólo parte de un documento en el que se recoge toda esta información y se haya publicado sólo un extracto de esa estrategia en la que se recoge que los residentes serían atendidos sin necesidad de moverlos ni derivarlos a centros hospitalarios.
Al respecto, Casado, en la rueda de prensa que ofrece a diaria para dar cuenta de la evolución del COVID-19 en la Comunidad, ha negado «rotundamente» que no se haya atendido a los residentes de centros sociosanitarios que lo han necesitado y así ha dado la cifra de los más de 3.200 mayores que han tenido que ser hospitalizados a lo largo de toda la pandemia.
Por ello, la consejera de Sanidad se pregunta que ha pasado con ese documento que se ha publicado y que forma parte de un documento más amplio y ha explicado que desde la Junta se pusieron en marcha los equipos COVID para atender a los ancianos que podían recibir en la propia residencia el mismo tratamiento que en un hospital, «para mantener tranquilas y en su medio natural a esas personas».
Para ello, la consejera de Sanidad ha explicado que se llevó a cabo una hospitalización de las residencias y se trasladó todo el material y todos los profesionales que fueron necesarios para poder atender a esos ancianos que podían ser tratados directamente en su centro residencial.
Asimismo, Casado ha explicado que cuando un anciano ha requerido un cuidado «de media o alta intensidad» es cuando ha sido trasladado a un centro hospital, y se ha vuelto a referir a los más de 3.200 que han requerido hospitalización.
Pero además, la consejera de Sanidad ha precisado que en ese documento en el que se fija la estrategia de atención a las residencias, se recoge cómo debe ser el retorno del anciano a su centro desde el hospital, lo que llevó a crear lo que se conoce como ‘aracas de noe’, para realizar ese proceso de retorno.
Por ello, Verónica Casado ha defendido toda una estructura puesta en marcha «para atender a los ancianos residentes» y ha aseverado que «una y mil veces» volvería a tomar las decisiones que tomó como consejera de Sanidad en este sentido pero cree que «no es permisible» que se informe parcialmente de un documento «porque se niega la realidad y pone en cuestión la capacidad, la credibilidad y el alto valor de los profesionales de las residencias».
También se ha querido manifestar sobre esta cuestión el vicepresidente de la Junta y portavoz, Francisco Igea, quien ha dicho que las decisiones tomadas por Verónica Casado las firmaría «una y mil veces» y ha insistido que desde el minuto uno la «obsesión» de la Junta fue tener el menor número posible de fallecidos por COVID-19 y así ha explicado que Castilla y León se tuvo que enfrentar a una situación de 170.000 contagiados, con 5.000 camas hospitalarias y 166 camas UCIs.
Pero se consiguió triplicar la cifra de camas UCIs y de llevar los hospitales a las residencias de ancianos y tener «una de las tasas de letalidad más bajas» a pesar de que Castilla y León es una de las comunidades con las cifras más altas de afectados, pero «las decisiones de la consejera, de la Gerencia regional de Salud y del excelente trabajo de los profesionales sanitarios y sociosanitarios» son los que lo hicieron posible.
Por eso, para Igea es «inaceptable» publicar un documento extractado de una publicación más amplía, «con una foto», ya que el conocimiento de la totalidad de la documentación «evitaría una idea equivocada» del tratamiento que se ha dado a lo mayores en la Comunidad.