El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha reconocido que ver las siglas de su partido, el PSOE, «mezcladas» con las de EH Bildu le produce «desolación», si bien ha matizado que esta misma sensación le hubiera dejado que finalmente el Gobierno no hubiera podido sacar adelante la prórroga del estado de alarma que es un instrumento que «salva vidas».
«Antes de juzgar suelo ponerme en el lugar de los demás», ha señalado Fernández Vara, quien además ha dicho que no duda de la «integridad» de su partido y de sus representantes frente al terrorismo, y que entiende que la razón por la que se llegó al acuerdo con Bildu fue salvar, aunque finalmente no fueran necesarios sus votos, la aprobación de una nueva prórroga del estado de alarma.
«Si hubiera habido que tomar una decisión para evitar que se cayera el estado de alarma, hay que ponderar, y ahí es donde está la diferencia entre los espíritus puros que nunca tienen que tomar una decisión, y aquellos que están en el tajo y tienen que tomar una decisión», ha dicho Vara, quien ha añadido que lo «cómodo» es situarse «siempre de perfil».
«Bien haríamos en ponernos en el lugar del otro», ha insistido Vara, en referencia a quienes han llevado a cabo dicha negociación, porque considera que ya hay «demasiada gente que no ve más que blanco y negro, buenos y malos», algo que en su opinión «no conduce a nada».
PROFUNDO MALESTAR
Así, ha insistido en que el acuerdo, que además finalmente no fue necesario para sacar adelante el estado de alarma, le ha provocado un «profundo malestar», pero ha reconocido que en este caso el objetivo del gobierno era conseguir una mayoría para sacar adelante una medida como el estado de alarma que «salva vidas humanas.
En este sentido, ha señalado que «algunos», en referencia a los partidos que no apoyaron la prórroga, se tendrían que «replantear» un posicionamiento que ha llevado al Gobierno a «recurrir al final a este tipo de fuerzas políticas», en alusión a Bildu.
Por su parte, se ha posicionado a favor de la continuidad del estado de alarma mientras dure el proceso de desescalada, ya que es un instrumento que está dando «un buen resultado», al reducir el número de fallecidos, contagiados y, en definitiva, «salvar una situación crítica».
Así, y a pesar de que haya una «minoría que puede no estar cumpliendo», considera apropiado que haya una «autoridad única» que restrinja los movimientos.
REFORMA LABORAL
En cuanto al desencuentro en las posiciones evidenciado por los vicepresidentes Nadia Calviño y Pablo Iglesias a costa de la profundidad de la reforma laboral, ha señalado que las diferencias entre ministros «las ha habido toda la vida de Dios», incluso en Gobiernos del mismo partido.
No obstante, ha señalado que España tiene que defender ante Europa una posición, en este caso la abanderada por la vicepresidenta económica, que es la encargada de llevarlo a cabo, lo cual hay que hacerlo compatible con el compromiso de los socialistas con sus votantes respecto a «derogar aquello que más ha precarizado y destrozado proyectos personales» de la reforma laboral.
En todo caso, y respecto a si considera que es un momento oportuno para abordar esta cuestión, ha dicho que no ha oído que se vaya a derogar «mañana, ni pasado, ni dentro de un mes», al tiempo que ha añadido que «habrá que buscar el mejor momento».
«Hay que intentar buscar una salida», ha dicho Vara, que en todo caso «no puede ser destrozar la calidad en el empleo», de tal forma que acabaría «recayendo en los de siempre».