El dirigente de Ciudadanos y portavoz en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, ha pedido este martes la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por el «inmenso daño» que, a su juicio, está causando a las instituciones.
Así lo ha dicho en un mensaje en su cuenta de Twitter poco después de que el director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, general Laurentino Ceña, presentara su dimisión y de que previamente el el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, destituyera al coronel Diego Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid.
«Todo mi reconocimiento al teniente general Laurentino Ceña. Muchas gracias por su dignidad y su servicio a los españoles. Al ministro Marlaska debería darle vergüenza el inmenso daño que está causando a nuestras instituciones. Quien debe dimitir es él», ha escrito Bal.
Según Interior, Grande-Marlaska apartó a Pérez de los Cobos por «pérdida de confianza», pero Cs solicitó el lunes la comparecencia del ministro en el Congreso para que explique los «motivos reales» de su decisión.
Algunos sectores de la Guardia Civil relacionan el cese con los informes judicializados y declarados secretos sobre la manifestación feminista del pasado 8 de marzo y la gestión del responsable del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, ante la pandemia del coronavirus.
«INTROMISIÓN» EN LA INDEPENDENCIA DE LA POLICÍA JUDICIAL
Antes de que Ceña anunciara su dimisión, el portavoz parlamentario de Cs había dicho en una entrevista en TV3 que la destitución de Pérez de los Cobos es «muy preocupante». Asimismo, ha recordado que la Policía Judicial «solamente depende de las instrucciones del juez» y que «no puede rendir cuentas ante las autoridades administrativas, el ministro del Interior o superiores jerárquicos de la Guardia Civil».
Según ha explicado Bal –que antes de ser diputado ejercía como abogado del Estado–, no respetar esto supondría «una intromisión absolutamente intolerable en la independencia de la Policía Judicial».
A su modo de ver, podría ser incluso «constitutivo de delito», ya que «es muy peliagudo interferir en una investigación de un juez» y, según ha apuntado, la revelación de secretos de una causa penal podría dar lugar a una investigación judicial.
MESQUIDA LO COMPARA CON EL «FASCISTA» BOLSONARO
También el exdiputado y vicesecretario segundo de la Ejecutiva de Ciudadanos, Joan Mesquida, que fue director general de la Policía Nacional y la Guardia Civil durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se ha solidarizado con Pérez de los Cobos y con Ceña «ante los ataques de Marlaska hacia su dignidad.
Mesquida considera «un escándalo mayúsculo» que, en pleno estado de alarma y con la posibilidad de que se produzca un repunte de la criminalidad y la conflictividad, el ‘número dos’ de la Guardia Civil «presente su dimisión por interferencias políticas».
En su opinión, esto es comparable a lo ocurrido en Brasil, cuyo presidente, Jair Bolsonaro «también quiere cesar al director de la Policía para interferir en la investigación a su hijo». «Bolsonaro es un fascista y, entonces, ¿Marlaska qué es?», ha planteado.
Previamente, el lunes por la tarde, Mesquida había afirmado que Grande-Marlaska es «un pésimo ministro del Interior» que «actúa como un simple inquisidor político, sin ningún respeto por los cuerpos policiales».
El dirigente de Cs ha recordado también el caso del coronel Manuel Sánchez Corbí, destituido en agosto de 2018 como jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil por «pérdida de confianza» después de que trascendiera una orden interna firmada por él en la que suspendía las actividades con cargo a fondos reservados por falta de disponibilidad de los mismos.
RECUERDAN EL INFORME «FALSEADO» SOBRE LA MARCHA DEL ORGULLO
El diputado, Pablo Cambronero, portavoz de Cs en la Comisión de Interior de la Cámara Baja, ha afirmado que a Grande-Marlaska «le quedan grandes» la Policía Nacional y la Guardia Civil. «Basta de usar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para esconder sus vergüenzas», ha añadido.
Otro diputado, el portavoz de Sanidad, Guillermo Díaz, ha indicado en Twitter que al ministro «le vienen grandes sus subordinados» y que «a estas alturas empaña la democracia española», y por ello «tiene que irse».
Por su parte, la portavoz de la Ejecutiva de Cs, Melisa Rodríguez, y la consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera, se han referido a las críticas que ya dirigió la formación naranja el año pasado contra el ministro del Interior por lo que llegó a conocerse como el ‘informe Marlaska’.
Ese informe de la Jefatura Superior de Policía de Madrid negaba que los políticos de Ciudadanos que acudieron a la marcha del Orgullo LGTBI en Madrid hubiesen sufrido agresiones, como ellos denunciaron, y después varios medios afirmaron de que el documento había sido fabricado por Interior sin recoger el testimonio de los agentes que escoltaron ese día a Inés Arrimadas y otros cargos de Cs.
«Yo aprendí quién es Marlaska cuando mandó redactar un informe falseado para negar las agresiones que sufrimos en el Orgullo. Lo que está haciendo ahora es parte de su naturaleza. Y, evidentemente, me da más motivos para pensar lo que pienso del personaje», ha afirmado Marta Rivera en Twitter.
A su juicio, los últimos episodios ocurridos en la Guardia Civil harán que la «gente decente», categoría en la que incluye a Laurentino Ceña, se convierta en «el espejo de la indignidad» del Gobierno de Pedro Sánchez.
ELOGIAN EL «HONOR» DE LA GUARDIA CIVIL
En el mismo sentido, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, ha elogiado «la lealtad de la Guardia Civil al pueblo español y su vocación de servicio público», que, según ha advertido, «no se destruye con ceses».
Otros dos vicepresidentes autonómicos de la formación naranja, el de Andalucía, Juan Marín, y el de Castilla y León, Francisco Igea, han censurado la actuación del titular de la cartera de Interior.
Igea ha citado el artículo 1 de la Cartilla de la Guardia Civil, que dice que «el honor ha de ser la principal divisa» de cada agente, que debe «conservarlo sin mancha» porque «una vez perdido, no se recobra jamás», mientras que Marín ha reclamado que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado queden «al margen de los tejemanejes políticos» de Sánchez y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias.