El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha reprochado este viernes que se siga hablando de ETA como «si siguiera viva y asesinado a personas». Además, ha defendido que se autorice en el estado de alarma el desplazamiento y la visita de familiares si existe justificación «por razones humanitarias», como la muerte de un familiar.
Grande-Marlaska ha reivindicado la política de dispersión que se aplica a los presos de ETA porque cuenta con el aval del Tribunal Europeo de Derechos Humanos por ser una medida «antiterrorista». Además, ha dicho que las asociaciones de víctimas no se quejan por su política penitenciaria y se ha remitido al trámite parlamentario para reforzar los castigos en el «ámbito administrativo» ante actos de homenajes a etarras.
Así ha contestado Grande-Marlaska en la Comisión de Interior ante las reiteradas menciones de Ciudadanos para que valorara la petición del Gobierno vasco y de otros partidos políticos e instituciones para que autorice un acercamiento generalizado de los presos, evitando así el desplazamiento entre provincias de familiares en un contexto de pandemia por el Covid-19.
«Aplicamos la dispersión avalada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos como una política antiterrorista, y luego aplicamos la legislación penitenciaria», ha contestado el ministro del Interior ante la exigencia de Ciudadanos para que se pronuncie sobre este asunto.
Fernando Grande-Marlaska ha recriminado al senador de Ciudadanos que hablara en su locución como si ETA «siguiera viva y asesinando a personas»: «Le voy a recordar que la banda terrorista ha sido vencida por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y por el conjunto de la sociedad». También ha asegurado que las asociaciones de víctimas no cuestionan la política penitenciaria de su departamento.
Las palabras del ministro han tenido su réplica en el parlamentario de Ciudadanos, quien ha recordado al ministro del Interior que la organización terrorista «no ha entregado las armas» y, según ha dicho, tampoco ha ayudado a «esclarecer los crímenes».
VISITA A UN ETARRA
Por otro lado, Grande-Marlaska ha confirmado que los familiares del preso de ETA Iñigo Gutiérrez Carrillo se desplazaron con un salvoconducto del Ministerio del Interior desde Getxo hasta la cárcel de Picassent, en Valencia, tras el fallecimiento de su padre.
Según ha explicado, Interior permitió que la madre y el hermano se desplazaran hasta la prisión valenciana para poder ver a Gutiérrez Carrillo después de que éste no se desplazara con un permiso extraordinario hasta el País Vasco, a causa de las medidas restrictivas impuestas por la crisis del coronavirus.
El senador de Ciudadanos ha pedido a Grande-Marlaska que aclarara este episodio después de que «miles de españoles» no hayan podido despedirse de sus familiares en esta pandemia del coronavirus y el ministro ha defendido que se permitan estos encuentros «por razones humanitarios», ya que la legislación lo autoriza si existe «justa causa».
En paralelo, el PNV ha planteado a Grande-Marlaska las actuaciones de Interior respecto a la restricción de visitas a los presos con motivo del estado de alarma y la comunicación telefónica que, según ha denunciado, algunos presos con menos recursos no se pueden permitir. El ministro ha dicho que sí se facilitan las llamadas, incluso algunas videollamadas.
HOMENAJES A TERRORISTAS
Otra de las cuestiones tratadas en el Senado ha sido la queja de UPN por permitirse las concentraciones en Navarra a favor del preso etarra Patxi Ruiz, que asesinó en 1998 al concejal pamplonés de esta formación Tomás Caballero y cuya huelga de hambre ha desatado una oleada de protestas con sabotajes callejeros y ataques a sedes de partidos.
En este sentido, Grande-Marlaska ha señalado que «no quedará impune» ningún homenaje con responsabilidad penal siguiendo la jurisprudencia y ha defendido la labor de los delegados de Gobierno a la hora de localizar posibles enaltecimientos del terrorismo. En este sentido, ha recordado que la nueva Ley de Víctimas prevé pedir responsabilidades en el «ámbito administrativo».
Por último, el ministro del Interior se ha pronunciado sobre el acuerdo con EH-Bildu para derogar la reforma laboral, algo que le ha recriminado el senador de UPN. Grande-Marlaska ha hecho una crítica velada hacia el ahora portavoz del PP en la Cámara Alta, Javier Maroto, que durante su etapa como alcalde de Álava decía que había que ser «valientes para pactar».
