Nissan cierra en Barcelona y ridiculiza a Sánchez y a su «empleo garantizado»

  • Nissan ha anunciado este jueves que cerrará su planta de Barcelona a pesar de las promesas de Sánchez.
  • Esta decisión deja sin trabajo directo a cerca de 3.000 empleados.
  • El Gobierno buscará un plan alternativo, pero su mediación ha fracasado.
  • Las palabras del presidente del Gobierno se han vuelto (otra vez) en su contra. La hemeroteca no es amiga de Pedro Sánchez. Cada vez que el líder socialista dice algo, es cuestión de tiempo que haya algún vídeo o tuit que desdiga la nueva afirmación de Sánchez. La última, su llamada a la calma en enero por si Nissan iba o no a cerrar la planta de Barcelona. «El mantenimiento del empleo en la planta de Nissan en Barcelona está garantizado. Durante nuestro encuentro de hoy en #Davos2020, el Gobierno de España y Alliance Renault-Nissan-Mitsubishi hemos reafirmado nuestra voluntad para seguir trabajando juntos para asegurar la viabilidad de la factoría». Pero Nissan ha anunciado este jueves que echa el cierre.

    Es cierto que sobre esta factoría planeaba el cierre desde hace meses. Y que la crisis del coronavirus ha sido el detonante para que tomaran la decisión de despedir a sus cerca de 3.000 puestos de trabajo directos con los que cuenta la instalación. Ahora, las consecuencias de la crisis dejarán en el paro a todos estos miles de empleados a pesar de que Pedro Sánchez hubiera asegurado en enero que su puesto de trabajo está garantizado.

    La plantilla de la planta de Nissan estaba en huelga desde el pasado 4 de mayo. No ha servido de mucho, pues la compañía japonesa ha tomado una decisión que llevaba meditando meses, solo que con el impulso de la crisis.

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    Entre tanto, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha lamentado el fracaso en su mediación y la decisión de la compañía de «dar por finalizada su presencia en Cataluña». Como contrapartida, ha propuesto la creación de un grupo de trabajo para estudiar «escenarios alternativos» y ver cómo pueden salvar a los cerca de 3.000 empleados que ahora se han quedado en la calle.

    El Gobierno ante la decisión que ha tomado Nissan ha quedado en una posición complicada y ha pasado a la ofensiva. El ministerio de Reyes Maroto ha dejado claro a la compañía que salir de España supone su salida de Europa y que eso les saldrá caro, también a nivel reputacional, porque abandona un mercado con cientos de millones de potenciales clientes. Con esta decisión, el ministerio ha asegurado que «el Gobierno convocará en los próximos días a la Generalitat de Catalunya, Ayuntamiento de Barcelona y Consorcio Zona Franca con las centrales sindicales para analizar la situación conjuntamente y estudiar diferentes escenarios de futuro», tal y como se refleja en un comunicado.

    Las previas amenazas tampoco parecen haber seducido a Nissan. «A Nissan le va a costar 1.000 millones cerrar la planta; mucho más caro que si decide invertir en ella», ha advertido Raül Blanco, Secretario General de Industria y PYME. Y las garantías de Sánchez han quedado de nuevo en entredicho.

    El drama del cierre de Nissan también ha azuzado a la oposición, que no a dejado de lanzar críticas a diestro y siniestro por el fracaso de la mediación del Gobierno para garantizar el empleo de esas 3.000 personas. Un drama económico y humano..Las declaraciones  populistas de Ada Colau y Janet Sanz contra el sector del automóvil han ahuyentado oportunidades y provocado decisiones irremediables. Busquemos alternativas industriales y sociales para la planta de #Nissan y sus trabajadores», ha comentado el exprimer ministro de Francia Manuel Valls.

    «Sánchez prometió salvar la planta de Nissan en Barcelona pero también ha engañado a sus 3.000 trabajadores y hoy se ha anunciado su cierre. La demonización de la izquierda a la industria del motor tiene nefastas consecuencias para nuestra economía y empleo», ha comentado el presidente del Partido Popular, Pablo Casado.