El Papa ha instado a elogiado la labor de los sacerdotes durante la crisis del coronavirus en una carta dirigida al clero de la diócesis de Roma, con motivo de la solemnidad de Pentecostés, en la que ha elogiado su labor durante la pandemia porque, según les ha dicho, han «visto venir al lobo» y no han abandonado el rebaño».
En concreto, les ha agradecido que el distanciamiento social no impidiera fortalecer el sentido de pertenencia, de comunión y de misión, algo que les ayudó «a garantizar que la caridad, especialmente con las personas y comunidades más desfavorecidas, no fuera puesta en cuarentena. Así, ha manifestado que tampoco han estado «mirando por la ventana» el continuo golpe de las pérdidas.
«Conscientes de que detrás de las estadísticas diarias había personas con su nombre y su historia, habéis hecho esfuerzos para estar presente y acompañar a vuestras comunidades», ha valorado.
También les ha instado a «asumir la responsabilidad del futuro» que le espera al mundo tras la pandemia de Covid-19, al tiempo que ha reconocido que «no es fácil encontrar el camino a seguir» si bien ha advertido frente a las voces que dicen «todo lo que podría haberse hecho».
«Después de todo el sufrimiento vivido, no es fácil encontrar el camino a seguir, y no faltarán las voces que digan todo lo que podría haberse hecho frente a esta realidad desconocida», ha destacado Francisco.
El Pontífice también ha aprovechado su mensaje para analizar desde un punto de vista social lo que ha supuesto esta pandemia. Así, ha señalado que las características del virus descubierto en China «hacen que desaparezca la lógica» con la que el mundo solía «dividir o clasificar la realidad». «La pandemia no conoce adjetivos, no tiene límites y nadie puede pensar en salir de ésta solo», ha aseverado.
Francisco ha recalcado que todos están afectados e involucrados. «De hecho, sabemos que de la tribulación y de las experiencias dolorosas no se sale igual que antes. Debemos estar atentos y ser cuidadosos»,, ha añadido.
En su mensaje, ha alentado a los curas a no temer los escenarios complejos. Según ha explicado, escribió la carta como respuesta a los muchos mensajes y llamadas que ha recibido de sacerdotes durante las pasadas semanas. «Sin poder salir o tener contacto directo, me permitisteis saber de primera mano lo que estabais experimentando», ha incidido. Finalmente, ha recalcado que la voz del Resucitado dice, frente a las contradicciones: «La paz sea con vosotros».