La izquierda abertzale ha escenificado en público sus divergencias internas, casi siempre socavadas dentro de EH Bildu para no dar munición ‘al enemigo’. La huelga de hambre del preso Patxi Ruiz ha provocado que ATA, escisión de ETA, vuelva a poner sobre el tapete el debate sobre los presos.
Y es que en ciertos ámbitos de la izquierda vasca no se entiende por qué EH Bildu no alza la voz con más fuerza contra el Estado español, que mantiene su incomprensible política penitenciaria de dispersión de presos.
OTEGI CONTINÚA CON SUS ÉXITOS
¿Sufrirá alguna sede de EH Bildu daños materiales antes de las elecciones vascas? En principio la tensión entre ATA y la coalición abertzale podría no llegar a más, pero el ‘caso Patxi Ruiz’ ha removido algunos líos internos.
Sea como fuere, Arnaldo Otegi mantiene su exitosa trayectoria al frente de Euskal Herria Bildu. Y es que esta coalición puede mejorar sus resultados en Euskadi, influye cada vez más en Madrid (miren la polémica de la reforma laboral) y está coordinando tareas con otras fuerzas independentistas, véase el gran resultado de Ahora Repúblicas en las europeas o el Pacto de Llotja (que pedía la liberación de los «presos políticos»).
LA PINZA CONTRA EH BILDU
Otegi está harto del funcionamiento mecánico de la hegemónica pinza PNV-PSE. Este pacto de sangre provoca que Urkullu se pasee cómodo por Vitoria, que Aitor Esteban baile en Madrid y que Pedro Sánchez cuente casi siempre con los siete votos jeltzales en el Congreso.
El líder abertzale quiere romper al ‘cordón sanitario’ que sufre EH Bildu, que a pesar de su pujanza electoral no logra ni gobernar ni influir en muchos territorios por la pinza coordinada por la derecha liberal vasca y la izquierda pop madrileña.
BUENAS PREVISIONES SIN DESCARTAR GOBIERNO
Un sondeo de Gizaker para EiTB pronostica que Euskal Herria Bildu pasará de 18 a 19 escaños, aunque esta mejora podría triplicarse a costa de Podemos. La encuesta, que prevé el crecimiento del PNV y el hundimiento de PP-Cs, abre una hipótesis en la que Otegi quiere ahondar.
Y es que, si se dan los números pronosticados por la tele pública vasca, Euskal Herria Bildu, el PSE y Elkarrekin Podemos podrían conformar un ‘Gobierno de progreso’ que dejaría fuera de juego al ‘eterno’ PNV.
Esta posibilidad, que podría convertir a la abertzale Miren Gorrotxategi en lehendakari, no parece por ahora factible pese a que Euskal Herria Bildu también podrá jugar con sus cinco diputados en el Congreso.
RUIDO MADRILEÑO CONTRA BILDU
Pero contrario al ‘Gobierno de progreso’ se mostraría la prensa madrileña, que, por norma general, trata sin ningún tipo de respecto a la coalición abertzale. Esa misma prensa, que se tiró décadas pidiendo al abertzalismo que tomase la vía política, ahora borra sus hemerotecas.
Y es que algunos medios que apoyan al PP, fundado por siete ministros de Franco, no parecen apostar por una Transición vasca que implicaría que muchos presos salgan a la calle y que una fuerza como EH Bildu pueda negociar con partidos estatales sin sufrir un estruendoso ruido ambiental crónico.
Arnaldo Otegi, que hace muchos años apostó con fuerza por la paz y la convivencia en Euskadi, sigue caricaturizado por la mayoría de televisiones, radios y periódicos de ámbito estatal como un ‘demonio’.
MAL EJEMPLO
Ana Rosa Quintana también demonizó hace unos días a la izquierda abertzale y demostró su total falta de conocimientos con una frase que podría acabar en los tribunales: «Bildu tiene a sus espaldas muchas muertes de españoles».
El diputado Jon Iñarritu le devolvió la pelota a la reina de las mañanas televisivas: «Hay periodistas que nunca serán contratadas/os por la BBC, pero si se hiciera un documental sobre telebasura, el nacional-cuñadismo o sobre las conexiones mediáticas de las cloacas del Estado deberían ser las protagonistas principales».
DISCRIMINACIÓN
Cierto es que no solo desde PP y Vox se zahiere a la izquierda abertzale. Esta misma semana el Ministerio de Sanidad lanzaba una campaña publicitaria bajo el hastag positivista «#Salimos más fuertes».
De esa campaña del Gobierno ‘socialcomunista’ fue marginado, entre otros periódicos, Gara, diario abertzale que se mantiene en pie a pesar de que tiene que pagar tres millones de euros por las deudas pretéritas con la Seguridad Social del ilícitamente clausurado Egin.
