Los dos partidos que gobiernan en coalición en Cataluña, ERC y Junts, se han enzarzado este miércoles en el Pleno del Congreso durante el debate de la sexta prórroga del estado de alarma por el coronavirus, una medida ante la que los republicanos se van a abstener, tras haber sellado un nuevo pacto con el Gobierno, pero que Junts volverá a rechazar.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha dedicado la primera parte de su intervención a marcar distancias con los de Carles Puigdemont y Quim Torra, con la intención de dejar claro que su formación pactará con el Ejecutivo, como ha hecho esta vez cuando el Gobierno haga «política y no matemáticas».
Así, en la antesala de la precampaña para las elecciones catalanas para las que aún no hay fecha, Rufián ha recordado en el hemiciclo que su formación ha ganado «dos veces» las generales en Cataluña y que va a utilizar sus 13 diputados del Congreso «le pese a quien le pese».
«NO SOMOS LOS CRIADOS DE NADIE»
«No somos los criados de nadie, nuestro único amo es el pueblo de Cataluña y a éste sólo le sirven los hechos, no la magia. La superchería para los brujos, nosotros hacemos política», ha proclamado.
En este contexto, ha subrayado que ERC puso «su fuerza parlamentaria al servicio de la democracia y la gente» apoyando la investidura de Sánchez, a cambio de la creación de la Mesa de diálogo sobre Cataluña, y que ahora la ha utilizado sus 13 diputados para lograr que sean las comunidades las que gestionen los fondos europeos para paliar la crisis del coronavirus.
«A quien le parezca poco, que se vaya a una cola de un banco de alimentos», ha añadido, defendiendo también su acuerdo para impulsar un nuevo marco legal que evite «que se repitan abusos y recentralizaciones» como las que han tenido lugar con el estado de alarma si hay un rebrote.
Tras subrayar que ERC «no es socio del Gobierno» sino «del diálogo y la política», ha cargado contra quienes equiparan con pactos con el PSOE y Unidas Podemos con los que el PP selló en su momento con la Convergència de Jordi Pujol, lo que le ha permitido evidenciar sus diferencias con Junts.
NOSOTROS NO INVESTIMOS A AZNAR, FUE PUJOL
En este sentido, ha recalcado que Pujol no era ni independentista ni de izquierdas y que ERC no hizo presidente a José María Aznar, sino que fue investido gracias a los votos de CDC, el partido del que nació el PDeCAT y Junts.
También ha insistido en que su formación quiere «liderar y gestionar» el «mientras tanto» que media entre su objetivo -la independencia de Cataluña y la realidad. Y ha recalcado que «la pervivencia de la mesa de diálogo y negociación pasa por la pervivencia de ERC como actor imprescindible en la gobernabilidad».
«Fuera ERC de la ecuación, fuera la mesa de diálogo», ha enfatizado en un mensaje con doble destinatario, sus socios de Junts y el propio Gobierno central.
DEJAR DE ATACARNOS ENTRE INDEPENDENTISTAS
Las palabras de Rufián han encontrado rápida respuesta de su homóloga de Junts, Laura Borràs, quien le ha afeado su discurso contra Junts por «innecesario y ofensivo» y por mirar más al pasado que al presente cuando, a su juicio, lo que hay que hacer es «mirar al futuro».
Borràs ha proclamado que «la única opción» frente al talante demostrado por Pedro Sánchez con esta crisis del coronavirus es que Cataluña disponga de un Estado propio para subrayar la necesidad de la unidad de las fuerzas independentistas, aunque puedan «discrepar» o haya cuestiones que puedan «molestar».
«No podemos prescindir de nadie y debemos dejar de atacarnos a nosotros mismos para, en todo caso, señalar a quien impide, utilizando todas sus artimañas, que podamos sobrevivir como nación –ha aseverado–. De eso se trata, de sobrevivir para poder vivir en plenitud».