La Delegación del Gobierno en Ceuta ha ordenado a las Fuerzas de Seguridad «extremar» el control de las personas que intentan entrar o salir de la ciudad con destino a la península tras el repunte del número de casos activos de coronavirus registrado en la ciudad autónoma durante la última semana, que actualmente se eleva a 40. La Policía Nacional ha impedido durante las últimas 24 horas embarcar hacia Algeciras a 13 personas pese a que desde el 21 de mayo solo se exigía una declaración jurada de tener «motivos justificados» para abandonar la localidad norteafricana.
Según ha indicado la Delegación en una nota, los rechazos se han producido en la Estación Marítima del Puerto porque «las entradas y salidas de Ceuta continúan restringidas durante la segunda fase del plan de desescalada», a la que Ceuta accedió el 25 de mayo y de la que no piensa pedir progresar como mínimo hasta el 15 de junio.
Si bien es cierto que para salir a la península ya no es necesaria la autorización previa de la Delegación del Gobierno, sí es obligatorio presentar una declaración jurada y justificantes que acredite el motivo del viaje» por razones médicas, laborales o similares motivaciones inaplazables.
La institución ha recordado que «si el viajero no puede demostrar documentalmente las razones que avalan su salida de Ceuta no podrá embarcar, pues sin una causa debidamente justificada no se autorizan los embarques».
El permiso previo por escrito de la Administración General del Estado sigue siendo imprescindible para retornar a la ciudad autónoma y solo se expedirá «si se cumplen determinados requisitos», ya que «el repunte en el número de contagios hace necesario extremar las medidas de seguridad con controles no solo en las calles y carreteras, sino también en el transporte marítimo».
Los enlaces aéreos regulares en helicóptero entre Ceuta, Algeciras y Málaga quedaron suspendidos indefinidamente el 15 de marzo con la declaración del estado de alarma y al día siguiente se publicó en el BOE una orden de cierre del puerto de la ciudad autónoma que dejó a la ciudad aislada por mar, aire y tierra (Marruecos clausuró el paso del Tarajal la madrugada del 13 de marzo) salvo por motivos excepcionales.