El secreto del ayuno para perder un par de kilos antes del verano

Se acerca el verano y con él las ganas de perder esos kilos de más para lucir un cuerpo estupendo en la playa y en la piscina. Esta preparación, que debería haber comenzado bastantes meses atrás, nos supone un estrés añadido y con frecuencia caemos en dietas milagro, que ni son eficientes ni sanas. ¿Quieres perder algunos kilos? Pues tendrás que hacer ayuno, esa es la clave. Pero un ayuno controlado y disciplinado.

El ayuno no es nada nuevo. Es una técnica que se ha realizado durante toda la historia de la humanidad, pero que ha vuelto a ponerse de moda en los últimos años supervisada ya por médicos y nutricionistas para que en ningún caso, suponga un perjuicio para la salud.

Los especialistas han visto que si se hace de forma correcta, el ayuno tiene importantes beneficios a la salud – no sólo perder peso – y muy pocos defectos.

¿Qué es el ayuno?

Pero ¿qué es el ayuno? Esto es lo primero que tenemos que tener claro. Ayunar, en el sentido estricto de la palabra es dejar de comer. Sin embargo, nosotros vamos a hablar de ayuno, como aplazamiento de la comida más que de omitirla. Vamos a hablar de ayuno sin sufrimiento, como algo voluntario para conseguir un objetivo, en este caso bajar de peso. Pero sobretodo, y lo que es más importante, vamos a hablar de ayuno con control.

Las dietas que conllevan ayuno suelen ser bastante flexibles, pero implican un control especializado. Especialmente para los ayunos que implican más de un par de días. En todo caso, siempre hablamos de ayuno intermitente, es decir, hacer ciclos entre períodos en los que se come y períodos en los que se ayuna.

El ayuno intermitente es un método muy popular para bajar de peso sin que esto afecte a la salud, y hay distintos métodos para ayunar, siendo los de períodos de ayunos cortos los más frecuentes.

Tipos de ayuno

Como hemos dicho, los regímenes que implican ayunos cortos son los más frecuentes. No requieren una gran supervisión médica y son fáciles de seguir ya que son flexibles e implican pocas horas de ayuno. Los más conocidos son el 16:8 o el 20:4. El 16:8 implica ayunar diariamente durante 16 horas, o hacer todas las comidas durante 8 horas, y suele hacerse todos los días. Puedes hacerlo por ejemplo si decides comer sólo entre las 11 de la mañana y las 7 de la noche. El método 20:4 implica intervalos de alimentación de 4 horas al día y ayunos de 20 horas.

Respecto a los ayunos largos, estos implican un periodo más extenso sin ingerir nada. Como hemos dicho, deben estar supervisados y además son más difíciles de seguir, exigen más disciplina y fuerza de voluntad. Puedes hacer ayunos de 24 horas – de cena a cena – o seguir la dieta de ayuno 5:2, que consiste en comer normal 5 días y ayunar 2, ayunar en días alternos.

Insistimos en que hay mucha variedad, y que tendremos que ver con un especialista cuál encaja mejor con nuestro objetivo (los kilos que queremos adelgazar), nuestra salud (si tenemos alguna patología o medicación) y nuestra forma de ser (si somos constantes y disciplinados o no).