La Generalitat de Cataluña y fija el próximo curso como excepcional

El Govern y las universidades catalanas han acordado considerar como «periodo de excepcionalidad» hasta final del próximo curso universitario 2020-2021, independientemente de la situación del estado de alarma declarada por el Estado.

Este periodo ha comenzado este mes de junio y se alargará hasta final del próximo curso académico y el acuerdo ha sido ratificado en la última junta del Consell Interuniversitari de Catalunya -que incluye a Govern y universidades–, ha informado este viernes la Secretaría de Universidades e Investigación de la Generalitat.

El Govern, las doce universidades catalanas y la Agència per a la Qualitat del Sistema Universitari de Catalunya (AQU) han impulsado este periodo de excepcionalidad atendiendo a que la situación de incertidumbre causada por la pandemia puede alargarse todavía un tiempo indeterminado y ello impide garantizar un retorno a una situación de estabilidad en la actividad académica.

Se ha creado un grupo de trabajo integrado por todos los vicerrectores de Programación y Ordenación Académica, junto con representantes de la Secretaría de Universidades y la AQU, para trabajar en el diseño del próximo curso con la previsión de múltiples escenarios y crear alternativas para «no caer en la improvisación».

Estos futuros escenarios, que cumplirán todas las medidas de seguridad necesarias, no descartan la posibilidad incluso de nuevos confinamientos si se produjera un rebrote de covid-19 en los próximos meses.

ENTORNOS VIRTUALES

De cara al próximo curso, las universidades mantendrán la modalidad de impartición docente determinada para grados, másters y doctorados, aunque, en ejercicio de su autonomía y en función de sus circunstancias, podrán organizar entornos virtuales en los programas que consideren oportunos para asegurar que los estudiantes obtengan los resultados de aprendizaje deseados.

Durante este periodo de excepcionalidad, las universidades podrán introducir cambios en los elementos de los programas formativos que se deban ver alterados –actividades presenciales en grupos grandes, prácticas externas, movilidad– y anunciar y difundir la posibilidad de organizar los entornos virtuales necesarios en cada programa, pero no podrá introducir un cambio de modalidad del programa sin haber sido aprobado previamente.

Además, para garantizar la calidad de los estudios, se pedirá a la AQU la modificación, si es necesario, de los protocolos oportunos a aplicar en las acreditaciones de titulaciones teniendo en cuenta las características de este periodo de excepcionalidad.