La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha afirmado este viernes que la Organización Mundial del Comercio (OMC) tiene que actualizarse y asegurarse de que sigue siendo útil a sus socios, por ejemplo con «reglas claras» sobre economía digital y actualizando sus normas sobre las condiciones para la libre competencia.
«Cuando se creó en 1995 no estaba China en la OMC, no estaba Rusia, no había economía digital ni cadenas de suministros diseminadas por todo el mundo», ha dicho preguntada por el futuro de la OMC en un debate telemático organizado por el German Marshall Fund.
Sin alusión alguna a si será o no candidata a liderar la organización, ha afirmado que la OMC será una organización «mermada» si no se dota de normas sobre la economía digital y ha incidido en que la organización debe reformarse pero no desmantelarse.
España, ha dicho, es una economía pequeña pero muy abierta y necesita reglas claras y una OMC «robusta» que ayude a hacer frente a los desafíos comerciales «de la economía de hoy, no de ayer».
En el debate, González Laya también ha defendido que Estados Unidos y la UE tienen que encontrar un nuevo propósito para su relación, «reinventar el pegamento» que une a ambos porque eso es lo que está en la base de todas las relaciones, el tener un proyecto común y trabajar juntos, incluso cuando hay discusiones, como las ha habido en la relación trasatlántica.
«PEGAMENTO» CON EEUU
Ese «pegamento», que en el pasado fue promover la libertad contra el totalitarismo y posteriormente promover la democracia, podría ser, a su juicio, «rehumanizar la globalización» en un momento en que «el mundo cambia muy rápido, la gente siente que ha perdido el control de sus vidas» y hay grandes fracturas sociales, económicas y también democráticas.
De hecho, preguntada por las actuales protestas en Estados Unidos, ha opinado que lo que se ve es una sociedad con «heridas profundas», algo que sucede también en otros países, de gente que tiene que ni se beneficia de la economía ni se protegen sus derechos.
A su modo de ver, esas heridas deben tratarse «como democracias», con consensos y construyendo puentes, ha dicho, añadiendo que no se refería a ningún país en concreto y que su receta para España es la misma.
Es más, cree que es un problema que hay que atender porque «hay riesgos sistémicos para el funcionamiento de la democracia», algo que España valora mucho porque ha visto «cuál es la alternativa».
RELACIÓN DE LA UE CON EEUU Y CHINA
González Laya también ha apostado por una relación de la UE con Rusia y Estados Unidos que sea, a la vez, «sistémica, estratégica y de rivalidad». Sistémica, ha dicho, porque solo cooperando los tres pueden afrontarse desafíos como el cambio climático y estratégica porque requiere pensar a largo plazo, no solo en términos de ciclos electorales.
En eso, ha dicho, «por múltiples razones» China lleva la delantera a la UE y Estados Unidos. Por último, ha señalado la rivalidad y ha destacado que para eso hace falta asegurar que el terreno de juego está nivelado.
La ministra española ha dejado claro que le gustaría que las grandes economías trabajasen juntas para asegurar financiación y apoyo a las economías africanas y latinoamericanas, porque está preocupada por su capacidad para salir de la crisis económica provocada por el Covid-19.