El Gobierno regional ha sugerido a la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) que reconsidere lo establecido en su documento de trabajo que plantea la docencia para el próximo curso como «preferentemente online, «siempre con la directriz de que la salud y la seguridad deben ser prioritarias, se trabaje en una vuelta en septiembre basada en la máxima presencialidad posible, en línea con lo que se está trabajando para la educación no universitaria».
Este planteamiento, según fuentes del Gobierno regional, «conlleva que se tengan que establecer protocolos de usos de espacios, establecimiento de aforos, materiales de protección y siempre con planes de contingencia que permitan, en el caso de que el escenario empeore, pasar de forma rápida y efectiva a otras estrategias más basadas en la modalidad online».
El Ejecutivo de Emiliano García-Page formula esta propuesta a la institución académica después de que ésta hiciera llegar la pasada semana a la comunidad universitaria unos criterios generales para la planificación del curso 2020/2021 en los que aboga por una docencia «preferiblemente online», aunque con la planificación de ciertas actividades presenciales, «particularmente la impartición de las prácticas».
Ante este planteamiento del Vicerrectorado de Docencia , el modelo de partida que defiende la Junta es «tratar que el inicio del próximo curso se base en el modelo habitual presencial al máximo», mostrándose partidaria, en línea con la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), de trabajar en un escenario de máxima presencialidad posible en septiembre, siempre con medidas de seguridad y con planes de contingencia.
Para el Ejecutivo regional, «la salud y la seguridad deben ser prioritarias», por lo que ha abogado por «plantear protocolos de seguridad que permitan reanudar la vida universitaria con la máxima normalidad posible, del mismo modo que se está realizando para la celebración de la EvAU o los cursos de verano de la universidad de forma presencial».
A su parecer, «la UCLM es una universidad presencial, y esa es una de sus fortalezas principales», por lo que plantear un escenario «preferentemente online supondría reducir el valor diferencial de la universidad regional frente a otras ofertas universitarias, lo que podría repercutir en el número de alumnos que quieren cursar sus estudios en la UCLM». «La enseñanza de calidad no sólo se puede basar en el modo online, que puede ser un complemento o una salida en casos de necesidad», defienden desde la Junta.
Asimismo, el Ejecutivo autonómico pone el acento en que debido a que «la universidad no sólo pretende la transmisión de conocimientos, sino la socialización de los estudiantes», la vida social universitaria «tiene un carácter formativo de vital importancia para la capacitación de nuestros jóvenes».
«Los ministerios de Universidades y Educación trabajan actualmente en escenarios basados en la presencialidad y en la semipresencialidad, dejando el escenario online solo para casos de emergencia», defienden.
En esta misma línea, hacen alusión a las palabras del portavoz de la CRUE, Ángel Pazos, y rector de la Universidad de Cantabria, en las que menciona que el valor presencial es importante, «en la trasmisión de conocimientos a los estudiantes» y en lo que se refiere al «contacto personal profesor y alumno intercambio de ideas, el intercambio de experiencias».
El planteamiento de docencia «preferentemente online» genera incertidumbre social en el alumnado y sus familias a la hora de planificar el próximo curso, según afirma el Gobierno regional, que considera que «puede afectar también a la vida y a la economía de las ciudades universitarias de la región» en cuanto a alquileres de viviendas o residencias.